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CRITICA
Por: PACO CASADO
'Toy Story 4' (2019) es la muy esperada cuarta entrega de la exitosa saga de Disney Pixar, en la que Woody y sus compañeros se embarcan en una nueva aventura por carretera con Bonnie, la niña que es ahora su dueña, y Forky, un insensato tenedor cuchara de plástico, convertido en juguete por Bonnie.
Al ser un cubierto de usar y tirar de vida muy breve, Forky, tiene metido en su cabeza que su destino es la basura, por lo que su imprudente naturaleza no hace más que poner constantemente en riesgo su vida y de paso la de los demás.
Sus compañeros tendrán que protegerlo a toda costa, ya que se convierte en uno de los juguetes más importantes y queridos para Bonnie puesto que ha sido ella quien lo ha creado.
Woody siempre ha sabido cual es su lugar en el mundo y cual es su prioridad, que no es otra que cuidar de Andy, su anterior dueño, y ahora de Bonnie, con un gran sentido del deber, con integridad, profesionalidad y honradez.
Pero cuando ésta trae a su habitación el nuevo juguete, comienza una nueva aventura con viejos y nuevos amigos que le enseñarán lo enorme que puede ser el mundo y lo importante que es ser un juguete.
El sheriff Woody y el astronauta Buzz Lightyear tienen por delante un largo viaje familiar con Bonnie, a la que ahora le deben fidelidad.
Sin embargo todo se complica cuando el pequeño tenedor, que no se siente juguete, salta de la caravana en marcha.
Woody saldrá a buscarlo para demostrarle que vale tanto como el resto de los demás juguetes.
Los muñecos vuelven a cobrar vida en esta nueva entrega de la saga que esta vez dirige Josh Cooley, el coguionista de Del revés (Inside out) (2015), que ahora debuta como director con este su primer largometraje, tras haber realizado un par de cortos.
La serie lleva desde 1995 encantando a los espectadores, tanto grandes como pequeños, y esta vez incorpora al personaje de Forky, que es el nuevo amigo de Bonnie, que no será el único.
Entre una feria y una tienda de antigüedades anda el juego, que son los en los que se desarrolla esta historia.
Bonnie es una niña pequeña bastante tímida que se siente más segura con su nuevo juguete, pero cuando este desaparece Woody va en su busca y por el camino se encuentra con una antigua amiga, la pastora de porcelana Bo Peep, a la que hacía tiempo que no veía, que ahora prefiere ser un juguete perdido, a estar en una estantería, que se ha convertido en una decidida heroina que se erige en protagonista para ir con el sentido de los tiempos, mientras que Woody le sigue sus pasos ya que conoce bien el terreno que pisa.
Esta nueva entrega combina bien los elementos que ya habían funcionado de manera formidable en las anteriores: el humor, la aventura, la nostalgia, la amistad, la imaginación, el compañerismo, la solidaridad, el valor, la generosidad y la sensibilidad para tratar con los demás a la hora de que surjan los problemas.
Lo nuevo esta vez es que añade una leve historia de amor e introduce un nuevo concepto, el del juguete perdido sin amo y hay dos tipos, que se lo toman de manera muy distinta, unos están tristes porque no tienen a un niño con el que jugar y al que acompañar, pero hay otros que no, que les va bien así porque pueden hacer lo que desean.
Hay nuevos juguetes como el motorista canadiense Duke Caboom, Risitas la pequeña oficial de la policía, los muñecos diabólicos capitaneados por Benson, los dos peluches el conejo Bonny y el pato Ducky de la barraca de feria, o la inquietante muñeca Gaby Gaby, que protagoniza una parte algo tenebrosa en compañía de los muñecos ventríloculos que siempre dan miedo.
Destaca la virtud del compañerismo y la amistad entre los juguetes con sus emociones e inseguridades como si fueran humanos.
Es una película emotiva, divertida, que habla de los nuevos tiempos para los juguetes, a los que hace un homenaje, algunos son hechos por los propios niños, que son los que más quieren y aprecian como es el caso de Bonnie, otros con el paso del tiempo son convertidos en valiosas antigüedades, a veces cambian de manos o van directamente a la basura.
A pesar de ser una historia protagonizada por juguetes por momentos logra emocionar e incluso hay alguna secuencia con una muñeca que da un poco de miedo.
Tiene un guion extraordinariamente inteligente, con un ritmo muy bien llevado, que no desfallece ni un solo instante, y tanto los personajes humanos como los juguetes está muy bien diseñados.
Dibuja dos mundos enfrentados, la tienda de antigüedades y la feria, con un final abierto sobre las posibilidades que tienen los juguetes y la continuidad de la serie.
No sólo divierte a los más pequeños sino que los adultos también ríen las gracias más divertidas del pequeño tenedor Forky.
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