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CRITICA
Por: PACO CASADO
Los temas de la feminidad y la sexualidad son habituales en las producciones que dirige la cineasta francesa Catherine Corsini y en este caso los trata una vez más.
Transcurre en la pequeña población francesa de Châteauroux a finales de los años 50, y es la historia de amor de Rachel Schwartz, una joven de 26 años, que se enamora de Philippe, un chico parisino muy distinto a ella con una mejor posición social.
Ella, que trabaja como una simple administrativa, conoce a este muchacho que es traductor de idiomas en una gran empresa.
Él es culto, de buena familia burguesa, que le descubre el mundo a ella y mantienen una breve y apasionada relación de la que se queda embarazada.
De este romance, corto pero intenso, nace la pequeña Chantal, pero el egoísta Philippe se niega a casarse fuera de su círculo social, algo que le dejó claro casi desde el momento en que se conocieron, ya que no pretende contraer matrimonio y si quiere, que tenga la niña.
Ella asume criarla sola, sin mostrar rencor hacia él y con una gran capacidad de sacrificio.
Con el transcurrir de los años Philippe aparece y desaparece de vez en cuando marcando la vida de ambas.
Es un drama centrado en esta mujer enamorada y cómo se aprovecha este hombre de sus sentimientos y de los de su hija, y habla también de que el maltrato psíquico puede ser tan doloroso como el físico.
Es una película sobre las relaciones que se establecen entre los tres, la de Philippe con Rachel, la de la madre con la hija y del padre con Chantal.
En ningún momento se considera a la madre soltera como una mujer que deba sufrir rechazo social, a pesar de transcurrir en la década de los años 50, en los que esos casos se silenciaban.
Es un film narrado en off por Chantal que cuenta lo que sucede y destaca por la actitud de Rachel que se muestra tan débil en algunos momentos como fuerte cuando es necesario.
En este sentido hay un punto de vista muy femenino ya que la novela está escrita por una mujer, cuenta la historia de dos mujeres, y la producción, la dirección, el guion y la fotografía están en manos de ellas.
¿Es posible amar sin salir dañada de una mala relación en las que las mujeres soportan abusos, chantajes, actitudes inaceptables debido a un amor apasionado?.
Es un cliché que tanto daño les ha hecho a ellas como muestra aquí la directora, actriz y guionista francesa Catherine Corsini en su último largometraje, que se basa en la aclamada novela semiautobiográfica de la polémica autora feminista Christine Angot, publicada en 2015, para describir el amor de esta joven con un hombre de una clase social superior a ella.
Ese tipo de relaciones acaban derivando, a veces, en falta de respeto, crueldad, como termina comportándose este hombre con la mujer con la que ha tenido un amor, e incluso con su hija a la que no quiere reconocer para darle su apellido y no figurar como de padre desconocido.
Esto sucede en los años 50, lo que le da un aire más de fatalidad porque a pesar de su comportamiento, ella sigue perdonándole su conducta al estar tan enamorada.
Como ésta muchas mujeres, tanto de entonces como de hoy, se ponen una venda en los ojos e ignoran la actitud de sus parejas, que es lo que nos denuncia esta cinta, en un alegato feminista contra el machismo y las heridas que produce.
Un melodrama muy habitual, que suele ocasionar bastante dolor.
El guion adolece en el último tramo de algunos personajes que aparecen de repente y otros que desaparecen sin más justificación lo que hace que no acabe de redondear una trama, que en algunos momentos resulta previsible, si el espectador es un poco avispado para saber lo que va a suceder.
La actriz belga Virginie Efira está muy bien y sobre todo cómo cambia su físico del inicio a los metros finales.
La dirección de Catherine Corsini, de quien le conocemos La nueva Eva (1998), Partir (2009) y Un amor de verano (2015) es correcta y lleva la trama a buen ritmo, pero si se le hubieran suprimido algunos metros del último tercio habría ganado en agilidad narrativa.
Nominada a 4 César: Virginie Efira, Jehnny Beth, guion adaptado y música. Nominada al Globo de cristal y al Lumiere Virginie Efira y al premio del público en el Festival de Roterdam.
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