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CRITICA
Por: PACO CASADO
Es una película sociocultural de amor y fútbol, con la clara intención de unir voluntades de cara a la promoción social de los más desfavorecidos.
Apoyado en la filmación llevada a cabo durante nueve años por Francisco Campos Barba de la trayectoria vital del educador social Jorge Morillo, que desde hace más de tres décadas viene dedicando sus mejores energías a la formación humana de millares de niños de las barriadas marginales, y a promover avances institucionales en las condiciones materiales de sus familias, que no tienen nada, a veces ni para comer, que viven en barrios marginales.
Por otro lado, está la opinión de un buen puñado de personas que han reconocido y apoyado su labor, que de otra manera no sería posible, entre ellos directivos y jugadores de los clubs de fútbol locales como el Real Betis Balompié y el Sevilla Fútbol Club, el cardenal arzobispo de Madrid, el director del Ballet Nacional de España nacido en el barrio de Las Tres Mil viviendas, el director general de trasplantes del colegio médico de Sevilla y habitantes de El Vacie y de Las Tres Mil entre otras personas que ayudaron a encontrar el camino a la integración social, porque como dice Jorge ¡aquí no sobra nadie!
Hay además declaraciones a nivel familiar de la propia esposa de Jorge, de su hijo Jorge Jesús Murillo y de su primo Alfredo Cuadrado, ateo, acerca de su persona y de su encomiable labor.
Jorge es un hombre que dedica su tiempo a ayudar a los demás lo que le produce una gran satisfacción gracias a su sencilla fe en Dios, que traduce en hacer buenas obras, en hacer felices a los niños que no tienen nada, regalándoles comida, juguetes, jugando al fútbol con ellos.
Hay quien vive de eso, pero él vive para eso, no tiene nada y lo tiene todo, entre otras cosas una vieja furgoneta que es un milagro que aun pueda circular que llena de alegría a los niños cuando llega a su barrio.
Él es un sembrador de fe, que siempre ve la parte buena de las personas, que a pesar de la labor que hace alguna vez los traficantes de Las Tres mil han atentado contra su persona por luchar contra la droga.
En verano lleva a los niños a la playa a que conozcan el mar, realizando una labor no hace la clase política, ni la sociedad y él en cambio es feliz haciendo felices a los demás, ya que le mueve el amor y ve a Dios en todo.
En este documental las imágenes hablan por sí solas y en él se denuncia que hace ochenta años que la barriada de El Vacie sigue ahí, a pesar de las promesas de los políticos de erradicarla.
Si el alcalde tuviera el corazón de Jorge ya se habría solucionado el problema.
El film está ilustrado con imágenes de los ensayos de el Ballet Nacional de España, y de la evidencia de la obra que lleva a cabo con momentos muy emotivos de la labor que hace un hombre con un corazón de oro como Jorge Morillo.
Es un merecido homenaje a este hombre y a su ONG Educar en la calle, llevado a cabo durante 34 años.
La cinta está dirigida por Francisco Campos Barba, nacido en Barcelona y criado en la calle Doña María Coronel de Sevilla.
Rodada durante nueve años en los cinco barrios más pobre y desatendidos de Sevilla.
Candidaturas a los Goya: Mejor película, Mejor dirección, Mejor guion original, Mejor fotografía, Mejor montaje, Mejor sonido y Mejor película documental.
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