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CRITICA
Por: PACO CASADO
La productora Walt Disney está acostumbrada a incluir animales en sus producciones, tanto si son de dibujos animados antes, como ahora hechas por ordenador, e igualmente si se trata de las que están protagonizadas por personajes reales.
Aquí confluyen ambos, personas y animales, aunque estos últimos estén creados por ordenador.
Eso no es óbice para que, como es el caso, los animales hablen entre ellos, aunque no con las personas que no los oyen.
Decíamos que los animales hablan y es precisamente Iván, un gorila de espalda plateada, el que cuenta esta historia.
Iván vive en un circo en compañía de otros animales que como él intervienen en las funciones que se dan para los espectadores.
Entre ellos está también Stella, una vieja elefanta, así como una gallina, una foca, un conejo, un elegante caniche y Bob un perro callejero, que aunque este chucho no pertenece a la tropa que conforma el elenco del circo, siempre está merodeando por allí, que es como el Pepito Grillo de la historia de Dumbo.
En el circo vive también Julia, una niña a la que le gusta mucho dibujar y también los animales, ya que Ramón, su padre, es quien se encarga de la iluminación entre otras funciones.
A la vista de que el público está dejando de asistir, Mack, el empresario, adquiere a buen precio a Ruby, una elefantita de un circo que ha cerrado sus puertas y eso eleva de nuevo la atención de los espectadores que vuelven a acudir.
Un día a Stela le duele una pata y le pide a Iván que si ella muere que se encargue de Ruby para que pueda salir de allí y vivir en libertad.
Esta aventura, llena de magia y buenas intenciones, es lo que narra este bonito cuento que está libremente inspirado en un hecho real que fue recogido en el libro El único e incomparable Iván, escrito por la autora de cuentos infantiles Katherine Applegate, publicado en 2012, que fue número uno de superventas en la lista de The New York Times, en el que un elefante estuvo 27 años siendo la atracción de un centro comercial en Tacoma (Washington) sobre el que ha hecho el guion Mike White, en el que además del argumento central se cuentan otras historias, como por ejemplo la de Iván cuando era pequeño lo que da ocasión a aumentar el número de escenas de humor bastante jocosas que divierten tanto a los pequeños espectadores como a los adultos.
La dirección corre a cargo de la directora teatral británica Thea Sharrock que ya debutó como tal en el cine con el largometraje Antes de ti (2016), una historia romántica.
Aunque en esta ocasión no va por ese camino, pero en esta película aflora los buenos sentimientos y aunque sea entre los animales un deseo de libertad que debe tener todo ser humano, así como nos lanza un mensaje sobre cómo debemos tratarlos a ellos.
Habrá que empezar a hablar de las interpretaciones de animales generadas por ordenador, ya que la expresividad en este caso del gorila Iván son de admirar cómo expresa los sentimientos como si fuera una persona.
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