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CRITICA
Por: PACO CASADO
La narración de esta nostálgica película parte de diciembre del año 1923 en España, cuando una niña de tan sólo seis años, llamada Julieta, se traslada con su familia al pueblo catalán de Colonia, en el cauce del Llobregat, en el que la mayoría de las personas de esa pequeña población, trabajan en la fábrica de telares que hay instalada allí hasta que posteriormente llegó la crisis textil.
Ella tiene todo un mundo por delante por descubrir sobre el entorno de las personas que les rodean que trabajaron tan duramente a lo largo del siglo XX.
La familia se compone del padre Antonio Sorribas, Mercé su esposa, Julieta y sus hermanos Ton y Blanca.
La historia abarca hasta los años sesenta y entretanto vemos crecer a Julieta cuando va de pequeña a un colegio de monjas y ya de mayor conoce a Francisco al que llaman Moi que le invita a conocer el cine donde proyectan El café de la Marina (1934), dirigida por Domingo Pruña.
Entre tanto se van sucediendo algunos acontecimientos, como la llegada de la electricidad a las casas, el alzamiento nacional el 18 de julio de 1936 con lo que ello significó, con la muerte de Ton, el casamiento de Julieta con Moi en 1951 y el nacimiento de su hija Blanquita o el problema de su hermana Blanca que resulta ser estéril y no puede tener hijos como ella desea.
Así transcurre la vida de Julieta hasta la vejez pasando por la Guerra civil hasta la dictadura franquista.
Podríamos seguir enumerando más hechos o historias que se van s van sucediendo a lo largo de toda la narración pero le quitaríamos interés al desarrollo de la misma.
En lo que se puede denominar una película río, como se decía antes de las novela de estas características en las que la familia es el hilo conductor de varias generaciones pero en realidad lo que se cuenta es la historia de todo un pueblo a través de algunos de sus habitantes.
El film incluye algunas imágenes en blanco y negro sobre la guerra y está contado por Blanca, la hermana de Julieta, en voz en off, ya de muy mayor recordando cómo transcurrió la vida de su familia y e general de los habitantes del pueblo de Colonia.
El guion está escrito por el director en colaboración con Alba López que supone su cuarta colaboración juntos.
Lógicamente en el transcurso de tantos años los personajes van sufriendo el paso del tiempo, los niños creen y los adultos se van haciendo viejos, por lo que la mayoría de ellos han de ser interpretados por más de un actor, como ocurre con Julieta, primero de niña, después de adolescente, de adulta y de mayor.
La cinta es una especie de homenaje a los hombres y mujeres anónimos que vivieron aquellos tiempos de miseria y penuria, pero supieron salir adelante con lo poco que tenían, que con su esfuerzo hicieron crecer al país, con momentos duros y otros llenos de ternura.
La dirección corre a cargo de Joan Frank Charansonnet, un actor catalán con más de una treintena de títulos como tal, que se pasó a detrás de la cámara en el 2011 y desde entonces ha realizado seis largometraje en solitario, todos ellos en el idioma catalán que no han sido vistos en el resto de España, hasta ahora en que éste se distribuye a través de la plataforma de Filmin y así podrá verse en todo el país y en 25 cine de Cataluña.
Lleva el relato de forma pausada con cierta corrección y en cuanto a los actores, la mayoría de ellos catalanes, la interpretación es un tanto irregular, mientras que algunos están bien, se notan que tiene oficio, otros en cambio la mano del director no ha sido todo lo eficaz que debiera.
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