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CRITICA
Por: PACO CASADO
El famoso actor Robert de Niro, protagonista de tantos éxitos, interpreta ahora una comedia familiar en el personaje de Ed, un abuelo recién enviudado, que se ha quedado solo en su casa, al que su hija Sally quiere meter por ello en una residencia, pero él se niega en rotundo.
No obstante llega a un acuerdo de irse a vivir con ella, con Arthur, su marido, y con sus nietos Mia, Peter y Jenny.
La llegada del abuelo hace que evacuen a Peter de su habitación para instalarlo a él, y al chico de 12 años, lo mandan al ático, lo que no le sienta bien y le declara la guerra para que se vaya.
Con la ayuda de sus amigos, Peter planeará su estrategia y le hará una faena detrás de otra a su abuelo, pero Ed es un testarudo y no va a ponérselo nada fácil y le responde con otras bromas que no le sientan nada bien.
En una comedia familiar como la que estamos comentando es fundamental que tenga un guion en el que sobreabunde el ingenio en las situaciones, y que sean lo más divertidas posibles.
Tampoco puede faltar alguna moraleja como cuando el abuelo le dice al nieto que la guerra no es un juego y que aunque se gane, siempre se pierde algo por el camino.
En este caso el guion que han escrito Tom J. Astle y Matt Ember, basándose en el libro de Robert Kimmel Smith, de igual título que la película, que ha vendido más de millón y medio de copias, es realmente ingenioso, ya que las trampas que se ponen el abuelo y el nieto, no sólo repercuten en ellos dos, sino que a veces también hacen efecto en otras personas, como la madre, los amigos de Ed, Danny, Jerry, Diane o algún matón que acosa a Peter en el colegio, para terminar con la traca final en el cumpleaños de Jenny, la nieta pequeña, ilusionada con que su fiesta sea navideña, en septiembre, con Papá Noé incluido.
Para ello Tim Hill ha contado con un cuadro de actores en el que están todos muy bien, tanto en lo que corresponde a los adultos, que son todos ellos grandes actores veteranos, como en lo que se refiere a los pequeños, que se comportan de manera extraordinaria, incluida la pequeña Jenny.
Por su parte Tim Hill es un director que ha sabido siempre navegar entre la televisión y el cine.
En la primera haciendo series y en el segundo rodando fundamentalmente films infantiles.
Ahí está su debut con Los Teleñecos en el espacio (1999) tras el cual siguió dando pruebas de lo dicho con como Alvin y las ardillas (2007) así como las más recientes Bob Esponja: Un héroe al rescate (2020) y 'En guerra con mi abuelo' (2020) que constituyen hasta ahora su aún breve filmografía cinematográfica de la que no podemos decir que sea la de más calidad, pero tal vez sí con un gran sentido comercial siempre, ya que lo prueban los resultados de taquilla.
En este caso no iba a ser menos ya que ha sabido elegir bien el guion y los actores dándole el ritmo adecuando que necesita una comedia divertida de esta clase que, aunque vaya dirigida a una audiencia especialmente infantil, también puede entretener a los adultos con el buen trabajo de los actores.
Tal vez en esta ocasión, debido a la pandemia y a que hay muchos cines están cerrados, los resultados en taquilla no sean los mismos, pero de una forma o de otra la diversión está asegurada.
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