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CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine del género de terror ha evolucionado bastante en estos últimos años.
En unos aspectos lo ha hecho para bien, mientras que en otros en cambio ha sido para mal.
Bien es verdad que los efectos especiales han contribuido poderosamente de forma notable a hacer creer cosas que no eran posible antes, pero también no es menos cierto que el abuso de ellos hace que se produzca, a veces, el efecto contrario, que es ciertamente lo que sucede en este caso en esta película hasta la saciedad.
Cuenta la historia de una pareja compuesta por Ashley Williams y su novia Linda que pretende pasar una temporada tranquila en una apartada cabaña en el campo en medio de un bosque, pero al leer las páginas de un viejo libro del mal, provocan una maldición que hace que se desaten los espíritus malignos que hay en la casa, se pongan en pie de guerra y quieran comerles sus almas, no únicamente a ellos, sino también a cuantas personas se acercan por los alrededores, teniendo ambos que tratar de sobrevivir hasta que llega la mañana.
Junto a algunas escenas que son realmente terroríficas en cambio otras provocan una diversión no deseada en ningún momento, por lo que no se puede tomar muy en serio.
Este film, en su título original se firma como 'Evil dead 2', como si fuera una continuación de la cinta anterior Posesión infernal (1981) que estaba dirigida por el propio Sam Raimi, pero creemos que en definitiva lo único que tienen en común es el nombre y el director, pero nada tiene que ver la historia de una con la de la otra.
En ésta se llega ya al paroxismo en lo que se refiere al tema del terror, retorciendo el rizo de lo absurdo, como en el que hecho de que un personaje tenga que luchar contra su propia mano, acabe de cortársela con un hacha y ésta se revele contra su dueño queriéndolo ahogar y adquiriendo vida propia como si se tratara de un fiero animal salvaje.
La cinta no puede estar peor realizada, con falta de racords, con una dirección absurda, así como en lo que respecta a la interpretación los actores habrán tenido que sufrir bastante al tener que incorporar tamaña y desproporcionada locura, lo que en cierto modo les disculpa del trabajo que hacen.
Hay que destacar lo bien logrados que están los efectos especiales de Mark Shostrom.
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