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CRITICA
Por: PACO CASADO
A pesar de los malos tiempos que atravesamos debido a la pandemia del Covic 19, la cinematografía finlandesa ha tratado de salir a flote produciendo más de una veintena de títulos y uno de ellos es 'Helene' (2020) de Antti Jokinen.
Cuenta la vida de la reconocida pintora finlandesa, una de las más importantes de la historia de ese país, Helene Schjerfbeck (1862-1946), al tiempo que se desarrolla el relato de amistad y amor que mantuvo con el pintor, Einar Reuter, que era bastante más joven que ella, que admiraba su pintura.
Este biopic comienza en el año 1915, momento en el que Helene es una pintora sin éxito, que vive retirada en el campo en compañía de su anciana madre a la que cuida amorosamente.
Han pasado ya muchos años desde que realizó su última exposición, pero no obstante ha continuando fomentando su pasión por la pintura, y no ha dejado de crear nuevas obras que guarda celosamente en su casa sin que nadie las vea.
Pero todo cambia cuando Gösta Stenman, un marchante de arte que acude en busca de nuevas obras, en compañía de su amigo el pintor Einar Reuter, descubre el valor de sus cuadros y desea organizar una gran exposición retrospectiva de toda su obra consistente en 159 cuadros de distintos tamaños y temáticas, resultando todo un éxito, tanto de público como de venta.
A partir de ese momento se inicia una relación de amistad entre Helene y Einar en la que hablan de sus colores favoritos y de pintar juntos algún día, cosa que llegan a realizar cuando ambos se marchan una temporada a la casa de campo de Einar.
Pasado ese tiempo ella quiere volver a su casa y mientras tanto él se ausenta una larga temporada en la que no sabe nada de su persona y un buen día lo que podía ser un romance se trunca.
Lo que ocurre a continuación es lo que constituye la segunda parte de esta historia, que no vamos a desvelar, lógicamente, en la que continua su relación con su madre así como su hermano y su amiga la artista Helena Westermack que le dio todo su apoyo.
El guion escrito por el director en colaboración con Marko Leino, se basa en la novela homónima de la escritora finlandesa Rakel Liehu publicada en 2003.
Como es habitual en las producciones de las cinematografías nórdicas posee una estupenda fotografía de Rauno Ronjkainen en la que resalta la belleza de los bellos paisajes así como da realce a la notable ambientación de la época en decorados y vestuarios, todo ello captado con la luz natural de las velas ya que aún no había llegado la luz eléctrica, para darle un mayor realismo.
Otro tanto podríamos decir de la correcta y sobria interpretación de los principales actores encarnando a los respectivos personajes que les han caído en suerte.
Antti Jokinen es un director con una larga experiencia tras la cámara ya que posee una extensa filmografía de más de ochenta títulos entre cortos, series de televisión, video y largometrajes a los que se ha dedicado últimamente siendo éste el quinto que realiza para la gran pantalla.
Este drama, que está ambientado entre los años 1915 y 1923, ha triunfado en los cines de los países nórdicos.
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