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CRITICA
Por: PACO CASADO
Al principio se no indica que la acción se sitúa en octubre de 1990, año que determina los métodos y dispositivos que tienen los detectives a su alcance para luchar contra el perverso asesino en serie que es el centro de este relato policiaco.
Joe Deacon es el ayudante del sheriff del condado de Kern, a quien le encarga ir a Los Angeles para lo que tenía que ser una tarea rápida de recoger unas botas ensangrentadas como prueba de un crimen y volver con ellas, ya que son necesarias para la celebración de un juicio.
Una vez allí todos lo conocen ya que en su día fue una leyenda,
pero se vio implicado en un caso que le costó un divorcio, medio año de suspensión y el ser destinado al condado de Kern.
El laboratorio decide hacer un segundo análisis y eso le retiene con lo que se implica en la investigación del caso que lleva a cabo un joven detective de LASD, Jim Baxter, algo engreído y arrogante, que en un principio no le acaba de caer demasiado bien dada a la actitud que adopta respecto a él.
No obstante debido a su amor propio y su veteranía decide pedir unos días de vacaciones e implicarse en la investigación y demostrarle con su buen olfato quien es el mejor, ya que él no tiene inconveniente en eludir las normas con tal de resolver el caso, mientras las imágenes de su turbio pasado se le vienen constantemente a la mente, ya que este asesino pudiera ser el que él persiguió en su día y no desea perder la ocasión de atraparlo.
Este caso le trae recuerdos de uno similar en el que Deacon también se vio implicado.
Hay otro aspecto que también le ocasiona recuerdos y es que quien dirige la morgue fue su mujer en otros tiempos con la que tuvo dos hijas, ya mayores, de la que lleva separado bastantes años y ahora vive solo en su casa del condado de Kern.
Deacon tiene la teoría de que el éxito de la operación está en las cosas, en esos pequeños detalles que a veces pasan totalmente desapercibidos y que muy bien pueden ser la clave para llegar a descubrir a ese asesino en serie que tiene aterrorizada a la ciudad que lleva ya seis víctimas en su haber.
La denuncia de la desaparición de una nueva chica y el examen exhaustivo del apartamento de la última víctima, pone a Deacon sobre la pista de Albert Sparma.
El guion de esta película, que lo tenía escrito John Lee Hancock antes del de 'Un mundo perfecto' (1993) que dirigió Clint Eastwood, resulta un poco engorroso en la primera parte y por otro lado el posible asesino no parece nada peligroso, lo que resta momentos de emoción e interés a la trama de esta historia.
Para embarrarla más de vez en cuando aparecen flash backs de imágenes del caso del pasado que atormenta al protagonista.
El final resulta algo precipitado y deja poco satisfecho al espectador con la solución otorgada.
En esta ocasión el protagonismo recae en los dos policías, en la relación que ambos llevan a cabo, tensa al principio y amigable al final, hasta el punto de echarle un cable y sacarle del apuro en que se ve metido Baxter.
En este sentido hay que destacar al serenidad y la veteranía de Denzel Washington frente a Rami Malek que cae bastante antipático desde el principio con la postura que adopta, frente a la humildad de Deacon.
Hay que anotar que el tercer lado del triángulo que marca Jared Leto entra en escena casi a la hora de narración y como decimos no tiene apariencia de ser un asesino peligroso.
John Lee Hancock es lo que solemos llamar un veterano director norteamericano artesanal, capaz de sacar adelante cualquier producto, como ya lo demostró prácticamente con 'El novato' (2002) al que siguió la nueva versión de una gesta histórica en 'El Álamo: La leyenda' (2004), 'Al encuentro de Mr. Banks' (2013) y 'El fundador' (2016) críticas que podrán consultar y comprobar lo que decimos ya que la mayor parte de los ocho largometrajes que conforman su corta filmografía se han podido ver en nuestro país.
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