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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta película, que fue estrenada en el Festival de cine de Berlín de 2019 y posteriormente pasó por el Festival de cine europeo de Sevilla, es recuperada por la distribuidora Vértigo para que pueda disfrutarla el espectador español a través de la plataforma de Filmin debido a la pandemia.
Dentro de la historia contada sin concesiones con una crudeza hiriente, con un tono terrorífico de los asesinos en serie hay un aspecto de algunos de ellos que no se contentan con matar a sus víctimas sino que además parece disfrutar descuartizándolas o es una manera de hacer desaparecer los cuerpos de las mismas.
En este sentido se podrían citas algunos casos reales famosos que posiblemente estén en la mente de todos los aficionados al cine ya que algunos de ellos han sido llevados a la pantalla.
El que se nos cuenta aquí, cuyo guion adapta la novela escrita por Heinz Struk, recoge la violenta y brutal historia real del asesino en serie de cuatro mujeres, mostrados con meticulosidad y sin reparos cometidos por Fritz Honka, más conocido como El destripador de St. Pauli, un verdadero monstruo del crimen.
Eso ocurría al comienzo de la década de los años setenta del pasado siglo, tiempo en el que este despiadado hombre tenía inmersa en el pánico y el terror a los habitantes residentes en el distrito de St. Pauli de la ciudad alemana de Hamburgo, conocido como el barrio rojo.
La narración comienza en noviembre de 1970 cuando apenas se ha iniciado el film y ya tenemos el primero de los crímenes con el consiguiente descuartizamiento del cuerpo del que se desprende de partes esparcidas por la ciudad y otras las guarda en un lugar de su nauseabunda vivienda que sella convenientemente.
El segundo caso ocurre en 1974 en el que conquista a Gerta Voss en El guante de oro, un bar inmundo, se la lleva a su apestoso ático y se entera que tiene una hija, Rosi, de 30 años, que pretende conquistar, pero esta vez la víctima se le escapa.
St. Pauli es un barrio que es frecuentado por las noches por borrachos, delincuentes, prostitutas, drogadictos, gentes de mal vivir que es el campo apropiado donde Fritz Honka suele pescar a sus víctimas.
A primera vista da la sensación de ser un pobre perdedor con la cara deformada que deambula por las noches en busca de mujeres solitarias, que encuentra en el citado antro, en el que nadie sospecha que el inofensivo personaje, es en realidad un verdadero y depravado monstruo del crimen.
Es interesante el guion de esta cinta, cómo está estructurada la narración, cómo van encajando los diferentes crímenes y cómo resulta la resolución de los mismos debido a una situación fortuita que descubre al carnicero asesino.
Sin embargo se echa de menos saber las motivaciones del personajes para llevar a cabo sus crímenes y hay momentos en los que deja en el aire la resolución de algunas situaciones y por otra parte introduce una leve historia del romance juvenil entre Petra, una joven estudiante que ha suspendido y tendrá que repetir curso, y de Willi, un compañero de estudios con el que va a tomar una copa al lugar de pesca del criminal, que introduce unas gotas de suspense en los minutos finales de la narración.
Están muy bien las actrices que interpretan a las diferentes mujeres mayores a las que se lleva a su repugnante y sucio apartamento que inicialmente son las orondas víctimas del asesino a las cuales maltrata de forma inhumana antes de matarlas, resultando escenas de un fuerte y brutal realismo subido de tono como igualmente es el lenguaje empleado, lo cual no es apto para estómagos sensibles, aunque en otros obvia lo macabro del asunto, sádico y amoral detallado sin escrúpulos.
Hay que destacar el estupendo maquillaje del actor Jonas Dassler de 22 años para hacerle parecer más viejo y repulsivo y la ambientación de podredumbre y miseria en la que vive Honka.
Fait Akin es un director nacido en Hamburgo donde se sitúa la acción de esta historia, que lleva ya una docena de títulos en su haber, la mayoría de ellos interesantes, de los cuales hemos tenido ocasión de ver Contra la pared (2003), Al otro lado (2007), El padre (2014) o En la sombra (2017) que prueban lo que decimos y que se vuelve a confirmar con este que comentamos cuyo interés está más que en su realización en la ambientación y el desarrollo de lo que se cuenta.
Mejor maquillaje en los premios del cine alemán. Premio de la Asociación de críticos alemanes a la mejor banda sonora. Premio de los actores alemanes al mejor cameo para Barbara Krabbe. Premio del público en el Splat! FilmFest 2019.
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