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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta es la historia real, un tanto grotesca e incluso a veces surrealista, de cómo se inició la guerra de Irak, que todo el mundo conoció en su momento a través de la prensa, la radio y la televisión, en la que el presidente norteamericano George W. Bush metió a los Estados Unidos en busca de armas de destrucción masiva, implicando en la misma a otros países, entre ellos España, invadiendo ese país en 2003 intentando justificar una guerra que no tenía justificación posible.
Gira en torno a un experto en armas bioquímicas que lleva tiempo buscando sin éxito armas de destrucción masiva en Irak como miembro de una misión especial de las Naciones Unidas, circunstancia que cambió de la noche a la mañana.
Todo se basó en una información falsa de cómo se producían productos químicos como el ántrax que podría matar a miles de personas con simplemente esparcirlo y respirarlo, ocasionando la muerte inmediatamente por asfixia.
Ello no fue cierto, pero la guerra produjo entre 115.000 y 600.000 personas fallecidas, la mayoría de ellas de población civil.
Esta película cuenta cómo se inició esa historia cuando los servicios secretos alemanes tomaron contacto con un refugiado político del gobierno iraquí, el ingeniero químico Rafid Alwan, huido de su pueblo que le cuenta al Dr. Arndt Wolf (personaje ficticio), experto en armas bioquímicas, cómo trabajó en una fábrica para producir ántrax, al que el servicio de inteligencia germano le da el nombre de Curveball, que es también el título original de este film.
Wolf, tras haber vuelto de Irak, sigue estando obsesionado con que el dictador Saddam Hussein sigue ocultando algo que pone en peligro la estabilidad mundial.
A cambio al supuesto espía, que pide protección, se le ofrece un pasaporte alemán con una nueva identidad, dinero y un piso.
El Dr. Wolf desea saber si lo que dice es cierto y le pide a Leslie, la oficial norteamericana que estuvo con él en Irak, un análisis de sangre de Rafid, pero se niega si no es por conducto oficial, porque se juega su puesto de trabajo.
Todo lo que viene después es la aventura que corre el Dr. Wolf luchando contra sus propios jefes que le ponen impedimentos para realizar su trabajo y hasta terminan por suspenderlo de empleo.
Wolf es viudo, tiene una hija adolescente y de vez en cuando se ve con Leslie, de la que está enamorado, aunque ella sigue haciendo su trabajo para la CIA.
Toda la historia está basada nada más que en la inteligencia y la participación del gobierno alemán y su servicio secreto que a pesar de saber que la noticia era falsa, no quisieron desdecirse ante los norteamericanos por no ponerse en ridículo.
El guion tiene momentos en los que la historia parece estancarse que por otra parte apenas si tiene acción, salvo en los metros finales, ya que casi todo se desarrolla en los despachos, con un pequeño prólogo en 1997 que tiene lugar en Irak donde se conocen Wolf y Leslie, una agente de la CIA, amistad que tendrá su continuación en los años posteriores.
Es una cinta de espionaje pero muy pobre en la que apenas hay emoción e interés en lo que se nos cuenta.
A ello contribuye una realización bastante plana, sin apenas ritmo, por parte del director alemán Johannes Naber, que tras trabajar como cámara se ha pasado a dirigir.
Después de hacer un documental y un corto debutó en 2010 en el largometraje siendo 'Guerra de mentiras (2029) el cuarto que realiza de forma algo torpe, sin mucho acierto que digamos en esta comedia negra de ficción sobre los hechos reales que llevaron a la guerra de Irak y el derrocamiento de Saddam Husein.
En la interpretación destaca la actuación del veterano actor germánico Sebastian Blomberg en el personaje del Dr. Wolf.
Tanto la fotografía que no está muy lograda como la música que resulta repetitiva son algunos de los reparos a considerar.
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