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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta historia de brujería en la Edad Media se inicia en 1665 en Inglaterra con unas imágenes en blanco y negro en las que se puede ver cómo Grace a sus pocos años, es obligada a contemplar cómo su madre es quemada en la hoguera acusada infundadamente de ser una bruja, sacrificio que acepta para salvar la vida de su hija.
El relato es recuperado cuando Grace Haverstock es ya adulta, está casada con Joseph y tiene como fruto de su matrimonio una hija recién nacida llamada Abby.
Un día Joseph va al pueblo y adquiere una enfermedad mortal y ante la inminencia de la muerte y para no contagiar a Grace y a su hija, decide ahorcarse.
Mientras trata de superar el reciente suicidio de su esposo, la atormentada joven y guapa viuda queda sola con su hija y es acosada por Pendelton, su arrendador, para que pague la renta.
Ella pide dinero, pero le es denegado, y paga seis meses con los dos anillos de oro de su boda.
No obstante el pérfido propietario insiste ya que lo que pretende es obtener los favores sexuales de ella y al negarse es falsamente acusada por éste de ser una bruja.
A partir de ese momento llama al mayor cazador de brujas de Inglaterra, el juez Moorcroft, que decide entonces perseguirla lo que provoca que comience a tratar de salvarse y también a su pequeña.
Este es el inicio de una larga historia de casi dos horas de duración, situada en plena Edad Media azotada por la Peste y ese otro terrible mal, quizás aún peor, que fue la Inquisición con la frecuente quema mujeres en la hoguera acusadas de brujería y de tener relaciones con el diablo.
A lo largo de la narración se suceden las brutales escenas de tortura para con esa pobre mujer que resiste con resignación y una gran fuerza interior los latigazos en la espalda y los diversos instrumentos de tortura que le son aplicados para doblegar su voluntad para que confiese.
De esta forma se repite de nuevo lo que ella ya vivió de pequeña con su madre que se sacrificó para que pudiera vivir y ahora le toca por su parte volver a sufrir los hechos en favor de la vida de su hija Abby, que le ha sido arrebatada de su lado y puesta en manos de su vil acusador.
No es la primera vez que vemos en una pantalla esta clase de historias contadas con toda clase de realismo, que a veces pueden caer en el tópico, pero que posiblemente fueran tan crueles como ciertas o incluso aún peores.
El guion define a personajes de una pieza como la maldad tanto del a arrendador como del juez John Moorcroft y la inocencia de las víctimas, entre ellas la propia protagonista.
El argumento es en cierto modo previsible y se hace un poco largo el final en el que se hace justicia.
De vez en cuando se introducen algunas imágenes oníricas con las pesadillas de Grace y las apariciones fantásticas que tiene de su madre, de su marido y del propio diablo.
Bien el trabajo de la joven actriz protagonista Charlotte Kirk (esposa del director) y algo más fácil el del acusador Steven Waddington y del juez Sam Pertwee, dentro de su maldad.
La historia es puesta en imágenes con corrección por parte del artesanal cineasta británico Neil Marshall, otro productor que decide dirigir sus propios films, que debutó en esta labor con Dog Soldiers (2002) que hace con éste su sexto título tras la cámara que lleva a cabo con el habitual look del cine británico.
Premio especial del jurado en los Best Actor Award. Tres premios Global Independent. Mejor film en el Festival Hot Springs. Dos premios en el Festival Lonely Wolf de Londres. 8 premios en Los Angeles Films Awards. 7 premios en Los Angeles Independent Films Awards. Dos premios en el Festival de Nueva York City Horror. 4 premios en el New York Internacional Film Awards. 8 premios en Oniros films awards. Mejor película en la Toronto Films Channel. Tres premios en los Vegas Movie Awards.
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