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CRITICA
Por: PACO CASADO
Pertenece este film a la serie de películas que salen de los estudios Walt Disney y que responde perfectamente, aún después de haber fallecido su creador, a la tónica que imprimía a esta clase de películas realizadas con argumento simple e ingenioso, pensando exclusivamente en el mundo infantil.
No cabe duda que Disney fue el auténtico y casi diríamos exclusivo realizador de cine para niños. Él sabía captar un espíritu infantil, sabía como hacer entreabrir las boquitas infantiles para que de ellas escaparan las más encantadoras sonrisas.
Aquí como en muchos otros de los films producidos por él echa mano una vez más de los animales, con quienes los niños se identifican más en prontamente en sus correrías y diabluras.
Pero junto a esos animales está el auténtico eje central y fundamental de la cinta que es el protagonista Dick van Dyke, formidable cómico y excelente actor de comedias es capaz por sí solo de mantener vivo el interés del espectador, tanto chicos como mayores, ya que él solo es de por sí un agradable espectáculo digno de contemplarse si se quiere pasar un buen rato entretenido y divertido.
Apoyada en la idea de la novela de Daniel Defoe “Robinson Crusoe” se ha construido un argumento alrededor de una simple línea argumental y enriqueciéndola luego con peripecias y situaciones cómicas bien ejecutadas y pensadas.
Es una pena que tengamos ante nuestros ojos mucho de espectáculo pero poco de cine. La dirección y realización de la cinta ha sido hecha pensando en no interponerse a las posibilidades que tenía el guion, manteniéndose al margen y casi sin intervenir para nada, sino dando rienda suelta a los actores y limitándose poco menos que a fotografiar lo que ocurría delante de la cámara.
Esto hace que a pesar del esfuerzo del protagonista a veces los chistes resulten literarios.
El color es uno de los más perfectos que hemos visto en esta temporada.
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