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CRITICA
Por: PACO CASADO
Edee Holzer es una mujer que busca en Wyoming una nueva vida quiere compartir lo que siente con otras personas, pero éstas no le pueden ayudar a salir del estado en que se encuentra tras un trágica pérdida que no conocemos hasta avanzada la acción,, tira el móvil, para desconectarse totalmente del mundo que le rodea.
Se aprovisiona de víveres y posibles enseres que le harán falta, puesto que se marcha a vivir a una solitaria cabaña, aislada del mundo, rodeada de naturaleza salvaje en el interior de las Montañas Rocosas.
La primera noche pasa miedo con los ruidos que oye del bosque, de la naturaleza y los animales.
Al día siguiente, provista de El libro de la vida silvestre, se dispone a limpiar la casa, mientras recuerda a su hijo y a su marido, motivos de su estado, afrontando la nueva vida a cara descubierta, sin maquillaje, dispuesta a pasar hambre y frío si es necesario hasta acoplarse a su nueva vida.
Un oso entra en la cabaña y lo destroza todo.
Siembra, pero no agarra, se desespera, llega el invierno y la nieve y termina en un estado de total abandono.
Afortunadamente pasan por allí Miguel Borras, un cazador local, y su amiga Alawa, que es enfermera, que la encuentran en muy mal estado dentro de la cabaña, pero no quiere ir al hospital.
Esto no es más que casi el principio de esta historia de superación, de soledad, del dolor de los recuerdos del pasado, como una forma de tratar de olvidar esos malos momentos vividos e intentar ser una mujer nueva, solitaria, sin ayuda de los demás, aunque Miguel le enseñe a vivir cazando, pescando, sembrando, cosas que no había hecho nunca y le promete no volverla a verla, dejarla sola por ella le pide.
Es una sencilla historia sobre el poder de la bondad humana, ya que a veces hacemos cosas por los demás sin el ánimo de recibir nada a cambio, por solidaridad.
Este es el debut en la dirección de un largometraje de la actriz Robin Wright que llega a ello casi por casualidad, tras surgir algún problema con el director que tenía que hacer esta película y casi sin tiempo ya que se rodó en apenas un mes, gracias a que casi todo sucede en el mismo lugar y con escasos personajes y encajada en hora y media, algo que no es frecuente hoy en día.
Ciertamente apenas si tiene actores que manejar, ya que la mayor parte del tiempo ella está sola en pantalla y en algunos momentos de Demián Bichir y casi poco más que unas escenas en la ciudad al principio y otras al final en el hospital, pero a decir verdad se defiende bien con una dirección honesta, sencilla a la hora de elegir los encuadres y a sacarle partido a los espléndidos paisajes con planos largos ya que está siempre rodeada por la naturaleza.
A pesar de ello es más bien una historia introspectiva, quien busque acción en ella no la va a encontrar, por lo que el ritmo es cadencioso ya que apenas pasa nada.
De todas formas es una delicia ver trabajar a una actriz como Robin Wright que además aquí se hace cargo también de la dirección, sacándole una notable interpretación al mexicano Demián Bichir, en uno de los mejores papeles que le recordamos.
Tras salir airosa de este embrollo esperamos ver nuevos films delante y detrás de la cámara de Robin Wright.
Premio AARP a Demián Bichir como mejor actor de reparto. Premio a la dirección de Robin Wright en el Festival de Palm Springs.
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