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CRITICA
Por: PACO CASADO
En el año 1953 el cine austriaco realizaba una lujosa producción dirigida por el veterano Ernest Marsschka, interpretada por la entonces casi desconocida Romy Schneider.
El gran éxito conseguido hizo que se hicieran dos secuelas Sissi emperatriz (1956) y El destino de Sissi (1957), tres títulos para contar una romántica historia de amores principescos.
Ahora, casi cuarenta años después, ¡quién lo iba a decir!, esta vez el cine alemán en coproducción con el francés vuelve a poner en pantalla esta historia.
Hacer una película sobre la historia del emperador austriaco Francisco José y el supuesto romance con la princesa Elena, elegida por su madre que contraer matrimonio, que terminaría siendo con su hermana Isabel de Baviera, más conocida como Sissi, al cabo de casi cuarenta años de haberla llevado ya a la pantalla grande Ernest Marischka, tenía que ofrecer algo distinto, o al menos un tratamiento cinematográfico diferente a aquel que tanto éxito comercial consiguió en su día, permaneciendo largo tiempo en las carteleras españolas.
Y en efecto en este caso lo tiene.
Aquí el tratamiento de la historia deja de lado el romanticismo de aquella versión edulcorada, de romance de cuento de hadas para jovencitas quinceañeras, y al parecer se nos acerca mucho más a lo que fue la realidad histórica.
En este caso se nos presenta a un Francisco José poco menos que de carácter homosexual, totalmente sometido a los designios de su dominadora madre, que tiene problemas con las mujeres, por muchos que éstas se les ofrezcan en bandeja y sin ninguna clase de reparos, abriéndose sus vestidos y dejando sus torsos desnudos y dispuestas a todo con tal de conseguir sentarse en el trono justo al lado del emperador.
Se nos ofrecen así unas intrigas palaciegas dominadas por su madre la archiduquesa Sofía y otras aventuras que se nos habían tenido ocultas o que al menos no se nos contaban en aquella otra versión anterior que tenía un carácter más romántico y edulcorado, sin un planteamiento demasiado dramático.
En 'Sissi. El beso del emperador' (1991) en cambio salimos perdiendo en cuanto a su tratamiento fílmico, con una realización de Christoph Böll más pobre, sin ideas originales, dejando escenas inconclusas o secuencias sin terminar, deteniéndose mucho en el comienzo de la historia para terminar con la elección de la guapa princesita Isabel de Baviera, Sissi, en lugar de su hermana mayor Elena, quedando así muy desequilibrado el guion en esta versión libre de la vida de la encantadora emperatriz, que en este caso al menos tiene una ambientación y vestuario bastante eficaz, adornada con la música de dos compositores clásicos indiscutibles como Gustav Mahler y Ludvig van Beethoven.
Una oportunidad de poder comparar esta versión con aquellos otros títulos que en constantes pases televisivos se suelen ofrecer en las distintas cadenas.
A menos que se tenga la intención de realizar una continuación y si es así que Dios nos coja confesados.
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