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CRITICA
Por: PACO CASADO
La primera versión en cine de 'La momia' (1932), fue llevada a cabo por Karl Freund y protagonizada por Boris Karloff, a la que sucedieron varias secuelas.
En 1959 la Hammer inglesa volvió a resucitarla, esta vez dirigida por Terence Young y protagonizada por Christopher Lee, y de nuevo vinieron continuaciones.
Ahora por tercera vez vuelve a ser la productora originaria, la Universal, que aún conserva los derechos, la que ha hecho una nueva versión a cargo del hasta ahora denostado realizador Stephen Sommers, que cuenta en su haber con otras películas de aventuras como 'El libro de la selva' (1994) y 'Las aventuras de Hucklerberry Finn' (1993), que les han servido para ejercitarse en esta clase de cine.
Porque a diferencia de las anteriores versiones, en esta ocasión no es el terror lo que predomina en esta historia, sino que se mezcla con el cine de aventuras y con un toque de comedia de desenfadado buen humor.
En este sentido se le parece mucho a las producciones de Indiana Jones.
Todo ello, unido a los espectaculares efectos especiales de la Industrial Light and Magic le dan al film un aire de cine muy familiar.
La cinta posee un preámbulo en el que se nos pone en antecedentes.
En Hamunaptra, la ciudad de los muertos, el sacerdote Imhotep tiene amores con la amada del faraón, Anck-Su-Namun, y los dioses le condenan a morir momificado.
3.000 años después el legionario Rick O'Connell y su socio, descubren durante una batalla en Egipto las ruinas de Hamunaptra y cuando es hecho prisionero y a punto de ser fusilado es liberado por una egiptóloga y su hermano a cambio de que le acompañe para indicarle la situación exacta.
Una vez allí, seducidos por la aventura, se adentran en el poblado, despertando a la más terrible de las maldiciones: aquella que resucita a la momia de un diabólico sacerdote egipcio que intenta desesperadamente recuperar a su amada.
A partir de ese momento las aventuras se suceden sin solución de continuidad, teniendo que luchar contra un grupo de americanos que van a la busca de los tesoros que hay allí escondidos.
Cuando es abierta la tumba se desatan las plagas de Egipto nuevamente con lo que se da lugar a los efectos especiales, que lucen bien junto a las maravillas que hacen con el personaje central de la momia.
Bastantes años después de que Boris Karloff se desprendiera de sus vendas en la primera versión de 'La momia' (1932), Universal relanza de nuevo al personaje en esta nueva aventura.
La idea del director Stephen Sommers es la de homenajear al clásico y adaptarlo a los tiempos que corren, es decir, mucha aventura, unos espléndidos efectos visuales para arrasar en las taquillas.
Un eficaz Brendan Fraser que es capaz de hacer de jardinero en 'Dioses y monstruos' (1998) o de aventurero aquí, junto a la simpatía que derrocha Rachel Weisz, son bazas importantes en el logro de esta muy digna película que garantiza la diversión a toda costa.
Nominada al Oscar al mejor sonido. Premio BMI a la música de Jerry Goldsmith. Premio Golden Screen en Alemania.
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