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CRITICA
Por: PACO CASADO
Tanto Indiana Jones como la nueva versión de La momia se inspiraron para su protagonista en los seriales de aventuras de los años 30/40 lo que no es de extrañar que se parezcan hasta en la forma de vestir y las hazañas que realizan.
La momia y ésta se basan en el espíritu aventurero y el sentido del humor, brillando el drama terrorífico por su ausencia.
El aventurero Rick se ha casado con la arqueóloga Evelyn, tienen un niño de ocho años y vuelven a Egipto.
Debido a un maldito brazalete que perteneció al Rey Escorpión, un mítico guerrero que fue un personaje histórico, se desata de nuevo el peligro. Tanto este personaje como Imhotep y su sacerdotiza vuelven a resucitar.
Y ya tenemos la excusa para una nueva aventura.
El resto lo ponen los efectos especiales de la ILM de George Lucas que se bastan por sí sólos para entretener al personal.
La acción trepidante no da tregua al espectador en un guión lleno de increíble fantasía que ejercen sobre el espectador un poder de fascinación que no cesa ni un momento.
Stephen Sommers de nuevo le da al film un ritmo vertiginoso que como es ya habitual en el cine de acción de hoy, apenas si deja ver lo que sucede.
Los actores cumplen con sus cometidos y la música, que nos suena a Ben Hur (1959), subraya los momentos de acción y peligro.
Si lo que se va a ver es una cinta de aventuras ésta satisface plenamente, pero no se le pida que sea original.
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