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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta película llego a las pantalla españolas con trece años de retraso, tal vez debido a la naturaleza del clima político de su argumento, aunque fuera en tono de farsa.
Estaba pues muy desplazada de su tiempo y hubiera hecho más gracia en su momento de estar encajada en su fecha de estreno.
Es una sátira amable sobre el fascismo, la libertad, el anarquismo y de cuantos partidos políticos e ideologías convivían en Italia en la época en que se sitúa la historia.
Tiene un aire que nos recuerda el tipo de cine que hacía, por ejemplo, un Renato Castellani con 'E primavera...' (1950) o un René Clair en su etapa de comedia más brillante.
René Clement era un director que se consagró con su famoso film 'Juegos prohibidos' (1952) y que después hizo algunas cintas de interés, pero que no tuvo una gran regularidad en su producción ni en el nivel alcanzado en las mismas, ni siquiera en su temática preferida.
A pesar de ello se deja ver con bastante agrado haciendo las delicias de los espectadores en muchas ocasiones con las ocurrencias y engaños del falso espía introducido en la red anarquista, incorporado por un Alain Delon muy joven, y a su lado Barbara Lass, la simpática protagonista de 'Eva quiere dormir' (1958), que hacen una buena pareja.
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