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CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine francés sigue empeñado en hacer películas de acción de corte internacional para la venta al extranjero utilizando estrellas de este género norteamericanas, como es el caso de Vin Diesel.
En esta ocasión el guion se basa en la adaptación de la novela Babylon Babies, de Maurice G. Dantec.
La humanidad vive en una completa anarquía tras el derrumbe de las instituciones mundiales.
El aventurero Hugo Cornelius Toorop, un veterano convertido en un mercenario de mil guerras, en un futuro muy próximo, es contratado por el poderoso criminal Gorsky perteneciente a la mafia de Europa del Este para que lleve a la joven Aurora, de un convento de Noelitas, acompañada de la Hermana Rebecca, de Rusia a Nueva York, en trabajo de alto riesgo, perseguido por otros mercenario que también llevarse a la joven.
Por el camino le asechan varios peligros, al tiempo que descubre que Aurora posee unos poderes especiales, y una vez en Nueva York ve en las noticias que el Convento de Noelite ha sido bombardeado.
Lo que comienza como un thryler termina convertido en un film de ciencia ficción con mezcla pseudo-religiosa que resulta un caos total, como el mundo en el que se desenvuelven los protagonistas.
De esa manera estamos ante una cinta de acción con pretensiones metafísicas, pero sin el trasfondo político social.
Mathieu Kassovitz, que comenzó con el favor de la crítica con 'El odio' (1995), nos dio después un aceptable thriller con Los ríos de color púrpura (2000), al que siguió una endeble y terrorífica 'Gothika' (2003) para terminar en el desastre que es 'Babylon' (2008).
El director ha renegado de ella al no estar conforme con el montaje que finalmente ha hecho la productora, según ésta, para salvar la ruina comercial, pero ni uno ni otro han conseguido enderezar el entuerto.
Esto no exime a Kassovitz de su responsabilidad.
Queda por tanto la duda de si la materia prima que es la novela era tan inabarcable como decía, porqué aceptó la adaptación y llevarla a la pantalla.
Las escenas de acción apenas se ven con el crispado montaje, no hay tensión en la historia, hay secuencias que sobran, que son de puro relleno y los flirteos con la ciencia ficción son totalmente ridículos.
Resulta así una cinta mezcla de thriller, ciencia ficción y religión, aburrida y fallida donde unos buenos actores son utilizados en simples cameos y mal dirigidos casos de Charlotte Rampling o Gérard Depardieu.
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