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CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine policiaco español tiene sus inicios allá por los años 50 cuando un grupo de directores jóvenes, algunos de ellos catalanes, hicieron unos títulos interesantes de los que se podrían citar varios de ellos, pero tal vez no sea el momento ni el lugar, pero que estarán en la mente de los espectadores más veteranos y aficionados a este género.
En la España de 1982, un joven y endurecido policía, curtido en los barrios bajos de Madrid, acepta un destino en un pequeño pueblo de la Costa Blanca alicantina, con la esperanza de curar a su hija de la rodilla y ganar placidez y tranquilidad con una mayor calidad de vida.
Una vez en su destino, se ve envuelto en la investigación de la sospechosa muerte del inspector al que ha llegado para sustituir.
Poco a poco las pruebas que va encontrando y su intuición le llevan a un hotel de playa donde una comunidad de ancianos alemanes, vive un retiro feliz en ese lugar paradisíaco.
El actor Ricardo Gómez, tras hacer de Carlitos Alcántara en la serie 'Cuéntame cómo pasó', ha crecido y ahora asume el personaje del policía protagonista, Andrés Expósito, en este thriller, basado en hechos reales.
Está producido por Gerardo Herrero, ha escrito el guion y se ha encargado de la dirección Oscar Aibar, que se ha documentado debidamente al estar basado en hechos reales, para contar en la pantalla esta historia que sucedió en España en el año en que se celebró aquí el Mundial de Fútbol.
La acción se sitúa en el pueblo alicantino de Denia.
Andrés va a sustituir a un compañero muerto de repente, se supone que debido a una sobredosis de drogas pero al caso se le dio carpetazo rápidamente desde la altas instancias.
No obstante uno de los compañeros, un veterano que lleva mucho tiempo en Denia, al que le llaman Colombo, se ha encargado de recopilar datos que guarda secretamente, que pone al servicio de Andrés, cuando éste en colaboración con Eva, una doctora del hospital, que también ha llegado como sustituta, sospecha que la muerte ha sido un asesinato y tienen pruebas de ello, pero el comisario jefe le ordena que abandone la investigación.
Entre tanto descubre que hay una colonia de alemanes que viven espléndidamente desde hace más de una quincena de años, que se han hecho ricos convertidos en constructores y que en connivencia con las autoridades se están haciendo los dueños de la ciudad.
Son un grupo de nazis reclamados por sus crímenes contra la humanidad por varios países, que han cambiado sus nombres y se ocultan a los ojos del mundo entero, que tienen comprada a la policía a base de favores y regalos.
La historia se inicia con una joven periodista que llega al pueblo para realizar un reportaje sobre esos hechos y se entrevista con una mujer que fue testigo de los hechos y le cuenta lo que sucedió, desde su punto de vista.
Se inicia así un largo flash back a través del cual se nos cuenta esta historia, con sorpresa final incluida.
Tiene un guion bien construido en el que todas las piezas encajan perfectamente en el contenido de la trama.
Está llevado a buen ritmo y agilidad, con una buena ambientación de la época, por un director como Oscar Aibar que ha ido tocando diferentes palos desde que se inició en la dirección con 'Platillos volantes' (3003), a la que siguieron 'La máquina de bailar' (2006), 'El gran Vázquez' (2010) y 'El bosque' (2012) que nos sorprende ahora con lo que es a nuestro juicio su mejor película hasta la fecha.
A lo largo de la trama se tocan temas como la corrupción policial, el tráfico de drogas, las acciones de la ultra derecha, los problemas matrimoniales, la infidelidad, la enfermedad, la bebida, todo ello en una historia con aroma de cine negro hecho en nuestro país.
En cuanto a los actores nos gusta el trabajo de Vicky Luengo y Susi Sánchez en el mismo papel en distinta época y el veterano Pere Ponce como Colombo.
Un título más a añadir a la lista del buen cine policiaco español.
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