|
CRITICA
Por: PACO CASADO
'La hija' (2021), es un melodrama con elementos policíacos y algo de suspense que cuenta la historia de Irene, una adolescente de 14, años que vive en un centro de acogida de menores delincuentes, que un día presuntamente se escapa y es buscada por la policía.
Se acaba de quedar embarazada y está decidida a cambiar de vida gracias a Javier, uno de los educadores del centro a cuyo cargo está Irene y en el que tiene confianza.
Éste le ofrece vivir con él en su casa que tiene en un paraje aislado en la sierra, con su mujer, Adela, para que pueda llevar a buen término su embarazo, todo ello a espaldas de Miguel, que es su amigo, y jefe de la policía.
La única condición que Javier le pone a cambio es que una vez que tenga a la criatura que lleva en su vientre se la entregue a él y a su esposa porque ellos no pueden ser padres.
Para ello Adela simula estar embarazada del mismo tiempo que ella, de cara a las gentes del pueblo al que con cierta frecuencia va a la compra.
A Irene esa especie de encierro voluntario se le hace largo y todo lo que desea es ver de nuevo a Osman, el padre de su hijo, que se encuentra en esos momentos en prisión, pero en cuanto eso ocurra la policía detectará su paradero.
Este débil pacto puede romperse en el momento en que Irene comience a notar como suyo al bebé que lleva en su interior.
En la película se enfrentan dos mujeres muy diferentes, en edad, en cultura, en experiencia en la que la mayor, infértil, que está obsesionada con ser madre, va a lo suyo y la joven que tiene lo que la otra quiere.
La pregunta es hasta qué punto puede exigirle por el simple hecho de haber hecho un pacto no escrito sobre algo tan importante como es tener un bebé.
En la pareja ya no hay amor sino unas relaciones de cariño con el paso del tiempo y la llegada de ese posible hijo puede revivirlo, por ello Javier se deja llevar por lo que hace a sabiendas de que está cometiendo un delito y haciendo cómplice a su vez a su mujer.
Hemos apuntado al principio que se trata de un melodrama policial de carácter psicológico, aunque no lo parezca, porque ese aspecto va debajo del drama y por ello tiene un tono distinto a las características que acostumbramos a ver en ese género y en ese sentido nos parece una mezcla original.
El guion que han hecho Alejandro Hernández y Manuel Martín Cuenca, sobre la historia de Félix Vidal, cuenta los hechos por derecho, sin recurrir en ningún momento a los flash back y aunque no tiene mucho que contar, sin embargo sabe muy bien utilizar la elipsis y rellenar los vacíos de la historia que puede parecer aburrida y sin embargo no lo es, tiene su interés y a veces hasta su suspense.
Va dando giros en el argumento sin que casi el público lo perciba y sin que se dé cuenta lo va encaminando hasta un final nunca imaginado que pueda ser así, sin ningún fallo en lo ocurrido, elidiendo lo que no es necesario.
El almeriense Martín Cuenta en ese otro cometido de director deja suelto a sus actores para que ellos construyan sus personajes y sepan sentir sus emociones que es la mejor forma y la más directa de poderlas transmitir al espectador, que tiene tiempo de pensar en lo que está ocurriendo, en las conductas de los personajes, en el bien y el mal sus acciones.
Frente a la continuidad planificadora, en la segunda parte cambia totalmente y la hace mucho más variada.
La música acompaña bien a las imágenes sin que aumente el posible drama que desprenden.
Marc Gómez del Moral capta los estupendos paisajes de la sierra jienense de Cazorla que en algunos momentos parecen auténticamente de cuento.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
PREMIERE