|
CRITICA
Por: PACO CASADO
En la constante búsqueda del cine por encontrar nuevos argumentos que aporten alicientes, se van mezclando en esta ocasión la rudeza del Oeste con sus venganzas, asaltos al tren, persecuciones, robo a lo bancos, etc., con toda una costumbre japonesa de la lucha por honor por seguir la tradición guerrera de una familia de samuráis.
De esta manera los dos personajes protagonistas propios y caracteristicas de las dos cinematografías, la norteamericana y la japonesa, el vaquero y el samurái, se unen en estas ocasión en una causa común con un único objetivo.
En 1870, una banda asalta un tren para robar un cargamento de oro y de paso se llevan una valiosa espada ceremonial japonesa de samurái que porta el embajador japonés que iba destinada a ser un regalo para el Presidente de los Estados Unidos y al ser robada desencadena toda una persecución del guardaespaldas del embajador para poder recuperarla.
La película está planteada desde el comienzo de cara a producir espectáculo y de esta manera están delineados los dos personajes principales.
Por una parte Link Stuart, un vaquero tozudo que ambiciona el oro, las mujeres y la riqueza, que resulta finalmente cómico a veces en sus reacciones en contraste con la seriedad, la inteligencia y la habilidad del japonés Kuroda Jubei, elegante en su forma de comportarse y usando la cabeza ante todo, con el sentido del honor siempre por delante.
Uno impulsado por la obligación, el otro por la sed de venganza.
Al final el vaquero aprenderá del que, en un principio, era su enemigo.
Abundan pues los episodios y las aventuras encaminadas a conseguir el espectáculo del que hemos hablado antes, cosa que realmente se logra, a pesar de las casi dos horas de proyección, aunque el devenir de los acontecimientos sea lento en ocasiones.
Porque no en vano se ha elegido para este film europeo, con apariencia de americano, a un director inglés, Terence Young, que es un hombre de probada aptitud en este sentido como lo ha demostrado a través de las produciones que ha dirigido, entre otros los primeros de James Bond, y que hemos tenido oportunidad de ver en nuestras pantallas comerciales.
Para ello cuenta con un eficaz equipo de especialistas en cada una de las ramas y con un cuadro de actores de renombre en los principales papeles que saben bien de su oficio, destacando de entre ellos al gran Toshiro Mifune, al que le sigue Charles Brondon y Alain Delon.
Ursula Andress, en el personaje de Cristina, una vez más, pone su hermoso cuerpo que es lo único que aporta como actriz.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE