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CRITICA
Por: PACO CASADO
La banda de Drac está de vuelta para el último capítulo de esta serie, de momento, ya que cuando se encuentra una que tiene éxito no se para de producir películas con distintas aventuras de los consabidos personajes triunfadores de cara a la aceptación del público, que es quien tiene la última palabra, ya que mientras que funcione, los productores no dejarán de exprimir el filón, que no todos los días hay posibilidad de encontrar uno que sea rentable.
Por otra parte hay que aprovechar que los films de animación están en alza de cara a la taquilla, lo cual es un motivo más para seguir con la saga.
Esta es la cuarta entrega de Hotel Transilvania en la que una vez más se dan cita los mismos personajes de las anteriores entregas, creados por Todd Durham, que han funcionado tan bien hasta ahora.
La acción comienza con una canción en la fiesta que se celebra con motivo del 125 aniversario del Hotel Transilvania que heredará la hija de Drac, Mavis y su pareja humana Johnny.
El misterioso Van Helsing ha inventado un rayo que vuelve humanos a los monstruos, pero el de Drac se ha estropeado.
La pareja de Drac y su nueva novia Ericka, la bisnieta de Van Helsing, se va de viaje pero no quiere que su hija se entere, pero algo está pasando porque durante el vuelo el avión se vuelve loco.
Drac, que está deseando de jubilarse, no tiene que temer a los rayos del sol, ya que se ha vuelto humano, pero el rayo de Drac se ha estropeado y los monstruos se montan todos en un autobús y buscan en la selva un nuevo cristal para arreglar el rayo, que convierte a los monstruos en humanos y a los humanos como Johnny en monstruo.
Estas son algunas de las peripecias y aventuras que se nos ofrecen en esta nueva entrega de estos divertidos personajes, de los que no queremos desvelar más para no hacer espoiler.
En esta ocasión la dirección de esta cinta está compartida por dos realizadores veteranos de la animación, Deek Drymon y Jennifer Kluska, que han sustituido a Genndy Tartakowsky que es quien se había encargado hasta aquí de llevar a cabo las anteriores entregas, que por esta vez se ha quedado como simple guionista, junto a Amos Vermon y Nunzio Randazzo.
A decir verdad es que no se ha notado apenas el cambio en la realización, ya que han pretendido seguir idéntico camino con las mismas características y problemas de cada uno de los personajes secundarios, así como las situaciones cómicas en que se ven envueltos cada uno de ellos.
Los fans de esta serie lo seguirán pasando bien una vez más ya que los pequeños espectadores no notarán la diferencia en los cambios, aún así nos da la impresión de esta franquicia está acabada.
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