|
CRITICA
Por: PACO CASADO
La cinematografía británica nos da en esta producción un reflejo del mundo occidental, que ha pasado en pocas décadas de tener una visión tópica y exótica del continente negro como una África misteriosa en la que se celebraban grandes safaris o se corrían aventuras en la peligrosa selva, a otros puntos de vista más realistas como de un grupo de países que se debaten entre el progreso, las luchas tribales, la libertad y el colonialismo de los países más avanzados y fuertes económicamente.
Al menos por esta vez el cine inglés ha sabido reflejar ese cambio que se ha producido en las llamadas películas de negros y se ha pasado a estos otros films que de alguna manera recogen los movimientos de los indígenas, la presencia de los mercenarios a sueldo, así como algunos otros pormenores y datos aunque no siempre lo hace con la debida objetividad y la necesaria fidelidad de cara a la historia.
El empresario sudafricano David Swansey está haciendo entrega de una partida de helicópteros a las fuerzas alemanas llegadas a Rodesia.
Esa cuestión convierte al patriota Gideon Marunga en un hombre fuertemente enfadado al frente del pueblo de Zimbawe que lucha por recuperar su libertad.
En este enfoque se encuadra esta cinta que dirige James Fargo, director norteamericano que debutó en el largometraje con una celebrada producción de acción como es 'Harry el ejecutor' (1976), a la que siguieron 'Caravanas' (1978), 'Duro de pelar' (1978) y ahora 'Juego de buitres' (1979), cuyo argumento en este caso se centra en Rodesia y sus problemas raciales situando el eje argumental en la actuación que lleva a cabo una guerrilla de hombres de color frente a otra de gente blanca compuesta por individuos sin ninguna clase de escrúpulos, que venden al gobierno rodesiano una partida de unos cincuenta helicópteros norteamericanos, precisamente para combatir a los rebeldes, acción que va en contra del bloqueo que previamente había dictado la ONU contra su gobierno.
Estamos ante una películaa que resulta insuficiente, que en este sentido se queda simplemente más en lo anecdótico que en la búsqueda de las verdaderas causas.
No obstante hay que reconocer que está bien realizada en lo que al aspecto narrativo se refiere por este director que además se sirve de los actores adecuados a los personajes que les han tocado en suerte, desde Richard Harris al veterano Ray Milland o el excelente Delholm Elliot, actor este último que se ve siempre condenando a papeles secundarios a pesar de su calidad interpretativa.
Sin nada nuevo que aportar o que llame la atención, pero tampoco sin que resulte rechazable en lo ideológico o en lo estético, resulta un film muy apropiado para pasar el rato, sobre todo aquellos espectadores que gusten del género de acción y aventuras.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE