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CRITICA
Por: PACO CASADO
Nuevamente tenemos esta semana en las cartelera una producción que trata sobre los horrores, atrocidades y crímenes cometidos por las SS contra los judíos durante la última gran guerra, lo que se elige como pretexto para el exhibicionismo femenino que se pretende con esta clase de películas seudopornos con la clasificación S.
Hay que decir, no obstante en su favor, que este film está realizado con una cierta corrección, llevado a cabo por el director italiano Cesare Canevari, a pesar de los escasos medios de que ha dispuesto y del reparto de actores, casi todos desconocidos, que le han puesto a su alcance.
Un sobreviviente judío de la Segunda Guerra Mundial vuelve a visitar las ruinas del campo de concentración donde estuvo internado cuyos recuerdos aún tiene frescos en su mente.
Rememora cómo escapó de la humillante situación, de la destrucción de las personas y de cómo huyó de la Gestapo.
Lisa Cohen es internada en ese campo especial para mujeres prisioneras judías, dirigido como un burdel, con mano de hierro, por el comandante Starker y su secuaz Alma, para satisfacer a los oficiales que vuelven o van a la batalla.
Lise no tiene miedo y comienza a practicar el juego de Starker y así vive mejor, pero no olvida lo que ha sufrido.
La historia está contada a base de flash backs constantes en los que se nos va presentando las mencionadas barbaridades cometidas por un antiguo verdugo de la Gestapo, que era el jefe de ese campo de concentración de mujeres; a su salida de la cárcel, le espera su amante para recordar otros tiempos, en el lugar en el que estaba entonces emplazado el citado campo de concentración.
La cinta posee una labor discreta de los principales actores en un guion que resulta bastante retorcido en cuanto a imaginar las perversidades antes referidas, lo que habrá sido tomado en parte de lo hechos reales que sucedieron, ya que no es posible que todo ello se les ocurra únicamente a sólo dos personas, Cesare Canevari y Antonio Lucarella, que son los que firman el argumento y el guion de esta producción.
En este sentido tiene más que justificada la calificación de película S, por la violencia, la exhibición de desnudos femeninos y escenas de sexo, aunque ya de por si tiene dos S más, las del Servicio Secreto de la Gestapo.
Film discreto aunque bastante desagradable de ver, sobre todo para las espectadoras, que son aquí el centro y eje de todas las torturas que se llevan a cabo con ellas en esta historia.
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