|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Resulta ya tópico ver una película de cualquier forzudo al uso en estas típicas producciones italianas, en las que cualquier hombre fuerte encarna a un mítico personaje histórico o de leyenda.
Ya no se mira nada más que los músculos y hasta se olvidan incluso del físico.
En esta ocasión el protagonista, Ed Fury, es lo más lejano en apariencia física que se pueda encontrar en asemejo con el héroe que encarna. Fury, atleta norteamericano, tiene más un rostro de cómico americano que un Dios mitológico poseedor del don de la fuerza. Como por otra parte no es actor, mal puede disimularlo.
En esta película Simonelli se ha preocupado, así como sus guionistas, que la acción se la base y fundamento del largometraje, la cual se nos da en dosis masivas desde que se inicia la cinta, venga o no a cuento.
Resulta pues tan caprichosa como la fuerza del protagonista, la cual la administran los guionistas a conveniencia de la ocasión.
El argumento es mínimo y además resulta ya sabido, como ocurre en los westerns; aquí es una vez más el justiciero que trata de imponer el orden en un pueblo al que le han asesinado a su rey y tiranizado por su asesino que impone su capricho.
Cinta de evasión sin pretensiones artísticas de ninguna clase para un público infantil o ingenuo que no se cansa de ver siempre lo mismo, con ligeras variaciones y sin calidad.
Colorido acertado y endeble interpretación, así como flojo el guion.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
TRÁILER'S
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE