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CRITICA
Por: PACO CASADO
Una maldición parece pesar sobre esta película, que se hizo porque se empeñó Romy Schneider, pero cuyo comienzo hubo de retrasarse en varias ocasionesm primero por la separación de su marido Daniel Basini, después por el accidente en que se fracturó un tobillo, posteriormente por la intervención quirurgica de un quiste y por último por la trágica muerte de su hijo David.
Poco después de su estreno en París, murió Romy Schneider. Y ahora también su retraso en llegar a nuestras pantallas.
Se trata de una adaptación libre de la novela de Joseph Kessel, modificada en algunas de sus partes al ser pasada al guion de la cinta, desdoblando el personaje de Elsa también en el de Lina, que no está en la novela y alterando la muerte de l aprimera, por suicidio en un asesinato, e introduciendo también el personaje del pequeño.
La cuarta película de Jacques Rouffio (anteriormente había realizado "Siete muertes por prescripción facultativa" y "Violette et François"), que había sido ayudante de dirección de realizadores con Jean Delannoy y Georges Franju, pero de los que debió aprender poco a juzgar por los resultados de este film que lleva a cabo de forma farragosa y embrollada, debito a los constantes flashbacks, que confunden al espectador con el doble papel de Romy Schneider, que creemos innecesario, diluyendose el posible alegato de los derechos humanos y la crítica de la persecución nazi sobre el pueblo judío.
Es una lástima que sea ésta la última película de Schneider, actriz que tiene en su haber intervenciones tan importantes como las de "El proceso", "Luis II de Baviera" o "inocentes con manos sucias", por ejemplo.
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