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CRITICA
Por: PACO CASADO
Se dan en esta película una serie de circunstancias que no dejan de ser curiosas y que tal vez hayan influido en los resultados finales del producto.
Se trata de la novela del escritor español Arturo Pérez Reverte, publicada en 1990, que se convirtió en un auténtico best-seller, con una trama policiaca de carácter internacional; la dirige un director norteamericano, la producción es hispano británica, los actores son ingleses, pero se rueda en Barcelon, aunque en la novela transcurre en Madrida y la acción tiene que ver con una pintura flamenca del siglo XV.
Son demasiadas cosas en un sólo film.
La acción de esta historia se inicia de forma bastante rápida.
Apenas comenzada la trama sabemos que Julia Darro, una joven restauradora de cuadros, trabaja en una pintura flamenca del siglo XV, concretamente de 1471, llamada El juego del ajedrez, para ser vendida en una subasta pública.
La imagen que se refleja en el lienzo muestra a una mujer y dos hombres que juegan una partida de ajedrez.
En un análisis con rayos X descubre una leyenda tapada por varias capas de pintura posteriores.
En ella se interroga ¿Quien mató al caballero?.
El dueño de la pintura dice que uno de sus antepasados fue asesinado y que tal vez se pueda descubrir al asesino después de 500 años, que quedó inédito.
Intrigada por lo que pudiera significar esa leyenda y porque aumentaría su valor en la subasta, se pone a investigar su significado.
Pronto comienzan a sucederse los crímenes y encuentra que el asesino ha asignado a cada una de las personas que se relacionan con el cuadro una ficha de ajedrez y que conforme se va jugando la partida, que en la pintura se representa, van dejando de existir asesinadas por una mano oculta que mueve los hilos de esta intriga.
Jim McBride se enamoró del argumento y de Barcelona para encuadrar la trama de esta cinta en esa ciudad, (en la novela transcurre en Madrid), lo cual pensamos que le identifica demasiado y esto le perjudica situándola en un contexto muy conocido que nos saca de situación en algunas ocasiones.
El juego que se nos propone desde un principio resulta bastante atractivo e interesante, aunque conforme avanza la acción y vamos identificando a los personajes, se nos hace previsible en muchos momentos.
Jim McBride, director de productos comerciales como 'Vivir sin aliento' (1983), 'Querido detective' (1986) o 'Gran bola de fuego' (1989), por ejemplo, lleva la acción de forma rutinaria, sin aportar demasiada personalidad en la realización.
Por otra parte si bien el reparto no desentona, algunos personajes no nos los acabamos de creer.
En definitiva, una discreta película policiaca, que se simplemente deja ver.
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