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CRITICA
Por: PACO CASADO
La acción de esta historia se desarrolla en la ciudad de Valladolid comenzando en el mes de septiembre de 1989.
David y Layla son dos adolescentes de 12 o 13 años que acaban de empezar el curso de octavo de E.G.B. y les gusta mucho el grupo musical de Hombres G y también se gustan entre sí, pero todo lo que él hace por conquistarla siempre acaba mal.
David forma parte de una pandilla que se llama los Pitus, compuesta además por Paco y Luis, que siempre son acosados por los mayores, hasta que un día el profesor encarga a David que ayude a sacar el curso a Fernando, que es algo mayor, ha repetido y a partir de ese momento se convierte en su guardaespaldas y protector del grupo, al tiempo que le enseña cómo comportarse para que le guste a Layla.
Treinta años después se reencuentran, ya que no se han vuelto a ver desde los años ochenta, pero nunca se ha olvidado el uno del otro y se dan cuenta de que los sentimientos no han desaparecido desde entonces y tampoco han podido olvidarse.
Layla es ya directora de cine, ha ganado un gran premio y ha sido la elegida para recibir un homenaje y entregarle una Espiga de oro en la Seminci de Valladolid, a la que ha sido invitada durante esa semana, lo que aprovechan para verse y recordar viejos tiempos del colegio y algunas travesuras, como la de robar la cámara de cine del colegio para hacer un cortometraje, pues ya entonces Layla quería dedicarse a hacer cine.
Es una historia muy bonita, muy sencilla, que está contada en dos tiempos, llevada en paralelo la etapa infantil y la de adultos que transcurre en la actualidad, en constantes flash backs, cuyo montaje aprovecha acciones similares para pasar de una etapa a otra.
En ambas con gran frecuencia entran de fondo más de una docena de las canciones del grupo musical de Hombres G, muy bien elegidas, cuyas letras concuerdan con la acción, y que tengan sentido con la historia al tiempo que la hacen evolucionar, la mayoría de las veces acompañadas con números de baile con inspiradas coreografías adornando la escena, tanto compuestos por los niños como en muchas ocasiones por adultos e incluso de forma conjunta ambos.
En cuanto a la interpretación qué vamos a decir del trabajo de actores consagrados como Raúl Arévalo o Dani Rovira en la agradable compañía de la mexicana Karla Souza que se identifica bien con el grupo.
Sí es necesario un párrafo aparte para los componentes del equipo infantil que están muy desenvueltos y naturales tanto Izan Fernández como David o Renata Hermida Richard en el papel de Layla y estupendo y con mucho gracejo Rodrigo Cibaja como el simpático Luis.
Al director madrileño David Serrano ya le conocemos algunos de sus títulos anteriores como Días de fútbol (2003) que fue su debut en el largometraje, y Días de cine (2007) entre otros y ahora 'Voy a pasármelo bien' (2022) en el que nos ofrece esa otra faceta del musical en el que se defiende bien, logrando su mejor film hasta el presente.
La nostalgia que desprende la cinta viene acompañada, para los espectadores adultos, con las canciones del grupo musical tan en voga en los años ochenta, cuya canción 'Voy a pasarmelo bien' da título a esta romántica película convertida en un musical fresco y juvenil, inocente y tierno.
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