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CRITICA
Por: PACO CASADO
En otras ocasiones ya lo hemos contado, que los géneros hoy día no se mantienen puros, sino que se contagian unos de otros y toman características que no son propias.
A veces hay películas que son difíciles de encasillar en uno determinado.
Lo que nos plantea Hal Barwood en esta película, como responsable del guion y la dirección, gira en torno a un laboratorio para investigaciones agrícolas, pero en cuyo interior se investiga también una sustancia que esutilziada como arma de guerra y que vuelve locos a los enemigos.
Para que haya historia, el propio descubridor rompe involuntariamente un tubo de ensayo que la contiene y viene la señal de alarma que hace que se clausure todo el laboratorio y queden encerrados en él todas las personas que allí trabajan.
Hal Barwood, hombre procedente del terreno del guion y que debuta con esta película en la dirección, nos plantea una historia que si bien en un principio parece que se vaya a centrar en tres o cuatro protagonistas, después resulta que no es así, sino que en el laboratorio hay más personas que las que uno piensa en un principio y esto hace que, aunque las reuna en varios grupos, la atención se diluya entre tantos puntos diferentes.
Por otra parte, como apuntabamos al principio, la película toma de otros géneros, como pueden ser los zombies, ya que los contagiados se convierten en una especie de muertos vivientes que, enloquecidos, tratan de matar a cuantos se ponen delante.
La aventura, así, tiene cierta originalidad en su temática y planteamiento, pero no en su desarrollo en la puesta en imágenes que se hace de forma funcional y sin demasiada garra.
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