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CRITICA
Por: PACO CASADO
Hace tiempo veíamos una película de ambiente parecido, pero tenía el aliciente, aparte del color, de construir un espléndido documental sobre una serie de paisajes y bellas capitales sudamericanas que iban jalonando la ruta de las azafatas que protagonizaban el film.
Aquí también lo interpretan ellas pero el argumento discurre por otros derroteros, y aunque tiene algo de documental y mucho de reportaje sobre la selección y entrenamiento de las empleadas de las compañías aéreas, se le ha añadido una trama sentimental, que, sin prestarle especial interés, hace que pierda casi todo el atractivo que en otro aspecto pudo tener.
Una pareja con serios problemas que en realidad no existen.
Mario posee un pequeño negocio de autoescuela; ella estudia para azafata de vuelo, una nueva profesión muy admirada por todos los que viajan en avión y constantemente siente celos de su novia, porque no soporta que tenga que atender a tantos viajeros masculinos.
Un enfrentamiento profesional acaba en una tormenta de celos.
Hay una abismal diferencia entre el modo de tratar una profesión en cintas como ésta, y, por ejemplo 'Muchachas de azul' (1957), 'El fotogénico' (1958) y otras parecidas, y aquella consideración de 'Las señoritas del 09' (1955), 'El maestro' (1957) y 'Han robado un tranvía' (1954).
En la primera se toma como pretexto una profesión para construir un argumento endeble y que no tiene nada que ver con los verdaderos intereses.
En el segundo caso es la profesión y los profesionales de ella quienes hacen el mudo de esta película.
Los problemas que se afrontan son los característicos del oficio y todo cuanto ocurre, aunque esté habilidosamente trastocado para conseguir el interés del fruto del choque de una personalidad particular, y la profesión que ha escogido.
Las señoritas telefonistas en el film italiano vivían el ambiente y los problemas de un oficio casi universal en estos tiempos.
Las azafatas de 'Las aeroguapas' (1957), las de verdad, son un simple telón de fondo, una maqueta argumental, ante la que se desarrolla la insípida comedieta, tipo standard, del chico que conoce a chica, el chico y la chica se pelean, el chico y la chica que se reconcilian, terminando todo en un apretado beso final de happy end.
Por eso esta cinta es un fracaso argumental.
La dirección conjunta de Mario Costa y Eduardo Manzanos no ha logrado elevar gran cosa la calidad.
El relato es premioso, lento y discursivo.
Tiene continuidad, pero en cambio no posee interés.
Se padece lentamente el desarrollo de la narración y terminamos poniéndonos la chaqueta aburridos, mientras se proyecta, como estaba previsto, el beso final.
Esta película carece de sinceridad y no es, como prometía, un homenaje a las azafatas.
Está muy flojamente interpretado, tiene una fotografía en MagnoScope decentita y una música decepcionante.
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