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CRITICA
Por: PACO CASADO
El título original de esta comedia es 'A hole in the head', se podría traducir literalmente por 'Un agujero en la mano' lo que aquí diríamos de alguien que es un derrochador y ese no es más que el protagonista de esta historia, el viudo Tony Manetta, que está tratando de mantener a flote un pequeño hotel que posee en Miami, mientras cría a su hijo de doce años.
Para ello necesita pedirle un préstamo a su hermano Mario que le pone como condición que tiene que casarse de nuevo.
Cuenta la historia de Tony, que se divierte con las chicas sin importarle la presencia de su hijo Ally que en muchos momentos es más reflexivo que su propio padre.
Por otro lado está Mario, su hermano, un hombre serio y trabajador, aunque es menos simpático que Tony y sin tantas ínfulas de grandeza pero con más sensatez y sentido común, con buenos principios, honradez y sentido práctico de la vida.
Frank Capra es uno de los pocos directores que han permanecido con absoluta solidez en la primera línea de los grandes creadores cinematográficos, superando con la fuerza de su genio y su personalidad todos los cambios que los tiempos y las modas han impuesto.
Comenzó con Mack Sennett y en su ejecutoria tiene un gran número de premios y galardones, entre ello varios Oscar, y está en la memoria y la admiración de los buenos espectadores como uno de los más considerados de todos los tiempos.
'Sucedió una noche' (1934), 'Vive como quieras' (1938), 'Juan Nadie' (1941), 'Arsénico por compasión' (1944), 'Qué bello es vivir!' (1946), entre otras son sus películas más famosas.
Pero desde que falleció Ernst Lubitsch, parece que ha perdido por completo la inspiración.
Ya no es aquel director de fina sensibilidad, de elocuente sabiduría para la observación de los pequeños detalles, del fino humor o de gran dosis de humanidad.
En la actualidad se encuentra ya superado por algunos que fueron sus discípulos, entre ellos Frank Tashlin, que mantiene lo mejor de sus maestro, consiguiendo llevar un buen logro en lo que al ritmo cinematográfico se refiere.
El guion está basado en la obra escénica Un hueco en el corazón, que conserva los ocurrentes diálogos y divertidas situaciones llenas de comicidad que conservan el sello indiscutible de su director pero también tiene el lastre teatral, que no ha sabido su guionista y autor suprimir y darle al film una auténtica dimensión cinematográfica.
No obstante posee buenos momentos, aunque naufraga en ocasiones por falta de la agilidad narrativa que el cine requiere, ya que para ello cuenta con sus propios medios de expresión.
A pesar del fallo del guion, Capra saca la comedia adelante sin sustraerse de la influencia escénica, lo que hace que no alcance su máxima expresión.
Pese a ello la película se ve con sumo gusto logrando secuencias muy buenas que si no son de lo mejor de este director, sí al menos tienen mucha semejanza con sus inspirados momentos de su ya larga carrera fílmica.
Los personajes están bien pensados aunque adolecen de algo de personalidad, a excepción del de Edward G. Robinson que es el que está más cercano a como son los de los mejores films de Capra.
Tiene una buena fotografía de William H. Daniels con gran uso del CinemaScope y el technicolor que tiene lugar en el marco luminoso de las costas de Florida con bellos paisajes.
Otro tanto podemos decir de la música de Nelson Riddle y de la canción Grandes esperanzas, de Sammy Cahn que ganó el Oscar, cantada por la incomparable voz de Frank Sinatra.
El resto del reparto se comporta bien, aunque es una pena que el papel de Eleanor Parker no ofrezca más posibilidades para tan notable actriz.
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