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CRITICA
Por: PACO CASADO
Tres países en coproducción, la República Checa, Francia y Eslovaquia, se preocupan por plasmar aquí el estado del azotado Afganistán durante las tres últimas décadas bajo el dominio de los talibanes.
Herra es una joven checa, rubia, de ojos grises, estudiante en la Universidad de Económicas de Praga, su ciudad natal, que se enamora de Nazir, un estudiante de origen afgano, con el que termina contrayendo matrimonio deseosa de tener familia.
No obstante no tiene ni la más remota idea de la vida que le espera en el Afganistán post-talibán, un país complicado, ni de la familia trabajadora a la que finalmente termina por unirse, que vive en Kabul.
Está compuesta por un cariñoso abuelo, progresista liberal, un inteligente niño que es adoptado y Freshta, la hermana de Nazir, que está dispuesta a lo que sea con tal de poder escapar de Kaiz, su violento esposo y sus cuatro hijos entre los que se encuentra la adolescente Roshangol.
Aunque Nazir es más liberal que los otros miembros de la familia, ella tiene que aceptar las normas sociales y religiosas que los demás acatan y profesan.
Herra no tiene más remedio que someter sus ideas de mujer occidental y ocultarlas bajo el burka.
Como finalmente Herra no puede tener descendencia termina por adoptar al pequeño Mohammad, un niño abandonado, al que acaba por llamarlo Maad, un chico muy inteligente, con unos conocimientos superiores a su edad, que ejerce una gran influencia en el resto de los miembros de la familia, que se ofrece incluso a ponerse un burka para llevar a la escuela a Roshangol.
Nazir es empleado en una ONG americana como chófer y su familia cambia cuando además Herra también es contratada para ayudar a las mujeres.
Esta película da una imagen deprimente de las humillaciones que se desprenden de sus normas, en la atrasada sociedad afgana.
El guion está basado en una novela de la periodista y activista checa, corresponsal de guerra, Petra Procházková, publicada en 2004, cuya acción está ambientada en la segunda década del siglo veintiuno con un enfoque muy humano y un tratamiento narrativo simple en la que relata a retazos sus vivencias personales.
Se trata de un retrato sorprendente compuesto por la realizadora checa Michaela Pavlátová acerca de la vida familiar y las diferencias culturales en un Afganistán dominado por los talibanes en el año 2021, unos momentos en los que la sociedad afgana está en un cambio constante.
Llama la atención en estos días ver una película hecha en dibujos animados tradicionales, aunque muy elementales, con un tosco diseño, tanto en los personajes como en los fondos, con las calles de Kabul en donde se desarrolla fundamentalmente la trama de esta historia, en la que tanto el amor como la familia son capaces de poder cambiar el mundo o al menos hacerlo más agradable con un final esperanzado en una sociedad tan cerrada.
César al mejor film de animación. Premio del jurado en el F. de Annecy. Premio especial y del jurado en F. de Bucheon. Premier premio en el F cine del futuro. Mejor largo animado en Guadalajara. Gran premio en el F. de Zagreb. Nominado al Globo de oro.
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