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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta producción parte con el inconveniente de que todos la comparan con 'Memorias de Africa' (1985), tal vez porque ambas se basan en un hecho real, autobiográfico, y escrito por una mujer. En la primera era la baronesa Karen Blixen y aquí la autora austriaca Kuki Gallmann.
Una mujer aburrida de su estilo de vida de la alta sociedad italiana la abandona en compañía de su marido y su hija y la cambia por los rigores y recompensa que le proporciona una granja en la Kenia rural, en esta historia real basada en las memorias más vendidas de Kuki Gallmann.
Puede que el error en este caso parta de que contar una vida que no tiene de emocionante más que el hecho de ser la protagonista una viuda rica, que rehace su vida con un nuevo hombre y que se va a vivir a Kenia, no tiene mucho atractivo a priori si no está llena de un contenido interesante.
Kuki queda frustrada de su estancia en Africa, a pesar de que ya la había conocido durante su juventud, y de la puesta en común con su nuevo marido, un hombre inmaduro, que se dedica a la caza con sus amigos, mientras ella se preocupa más por el ecologismo y el medio ambiente, que es a lo que se dedica ahora, en la fundación que ha creado para la defensa de la naturaleza.
La película por todo ello tiene un guion muy poco interesante en lo que cuenta, con pequeños altibajos que evitan que sea plano totalmente en cuanto a su interés.
Se le suma una dirección de Hugh Hudson, el realizador de Carros de fuego (1981) que parece más preocupada por los bellos paisaje mediante la fotografía de Bernard Lutic y sacarle partido a la música compuesta por Maurice Jarre, que por obtener un buen trabajo del reparto de los actores.
De ellos Kim Basinger está mejor que Vincent Pérez, que no acaba de dar muy bien el personaje y anota la poderosa presencia de la actriz Eva Maria Saint.
En definitiva tan sólo se ha conseguido un film discreto.
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