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CRITICA
Por: PACO CASADO
A lo largo de la historia del cine se han dado algunos emparejamientos que han sido beneficiosos para ambos.
A veces ocurre que un director trabaja siempre con su guionista, otras la unión es con el director de fotografía, en ocasiones con el músico y de todos ellos podíamos citar ejemplos ilustres.
Hay veces que esa unión es por partida triple y suelen cabalgar juntos en cada una de las producciones que realizan.
Pero en este caso se nos da la curiosidad de ser entre dos actores, en concreto Ben Affleck y Matt Damon, que se unieron por primera vez, en aquella ocasión como guionistas, y su labor fue tan fructífera que les llevó a ganar el Oscar por el guion de 'El indomable Will Hunting' (1997) que dirigió Gus Van Sant, que también les dio la oportunidad de ser los protagonistas.
Hubo una segunda ocasión en la que volvieron a escribir un guion juntos y también fueron los actores y esa fue en 'El último duelo' (2021) dirigida por Ridley Scott.
De nuevo vemos a la pareja unida, pero esta vez no escribieron el guion sino que lo hace Alex Convey, ambos actúan y uno de ellos además dirige, Ben Affleck, que no es la primera vez que lo hace ya que hasta ahora tiene en su haber los títulos de 'Adiós pequeña, adiós' (2007), 'Ciudad de ladrones' (2010), 'Argo' (2012) con la que ganó el Oscar a la mejor película, Vivir de noche (2016), todas ellas del género thriller que es lo que mejor se le da siendo 'Air' (2023) la primera que no pertenece a esa clase.
Aquí la historia que se nos cuenta es la de unas zapatillas, que ocurrió de verdad en 1984 y no es otra que la de cómo la marca Nike llegó a firmar a Michael Jordan, el jugador más famoso de la NBA de todos los tiempos, entoces aún era una promesa, para que aceptara poner su nombre a un par de zapatillas especiales para baloncesto, venciendo así a su rival más competitivo como era en ese momento Adidas.
En ello se empeña Sonny Vaccaro, uno de los ejecutivos de marketing de la firma que, tras saltarse el protocolo de hablar con el representante, se va directamente a ver a la madre del jugador, la señora Deloris Jordan, que era la que partía el bacalao, y la convence para que firme, aunque ella también impone sus condiciones y es la de cobrar un porcentaje de las zapatillas que se vendan de esa marca con el nombre de su hijo, Air Jordan.
El resultado fue la venta de 180 millones de pares vendidos en el primer año y más mil millones en el segundo.
Aquí Matt Damon encarna a Sonny Vaccaro, mientras que Ben Affleck es Phil Knight, el cofundador de la marca Nike.
No deja de ser curioso cómo los americanos sacan un tema de cualquier cosa y en este caso se trata de una simple negociación, lo que hace que en algunos momentos se haga un poco reiterativa y un tanto discursiva en las discusiones que Vaccaro lleva a cabo con su amigo Knight al que pone en un aprieto ante el consejo de administración al saltarse ciertas reglas, pero la confianza que tiene en él hace que al final le dé la razón al conseguir un triunfo económico nunca soñado.
Dado el tema del que se trata el ritmo se hace un poco lento.
Ambos Damon y Affleck hacen un buen trabajo, pero también habría que destacar el papel de Viola Davis en el personaje de la señora Jordan con una fuerte personalidad y sabiendo el tesoro que tiene en sus manos con su hijo.
El film nos da la impresión que tiene un interés muy limitado ya que entre otras cosas tiene poca acción y apenas unas imágenes de televisión de un partido de baloncesto.
Premio Heartland Film.
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