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CRITICA
Por: PACO CASADO
El thriller es el género que se ha hecho más popular en la televisión y el cine americano, lo cual no es más que producto de la cantidad de sucesos que salen a diario en los periódicos, lo que da origen a increíbles argumentos basados en la realidad.
Aquí es el caso de Race un hombre que está en el corredor de la muerte, acusado de haber matado a su esposa, a la espera de ser ejecutado.
Es inocente, espera el indulto, y pasa el tiempo carteándose, mediante cintas, con cuatro mujeres a las que les promete su amor.
Antes de salir una de ellas averigua que no es la única y de forma anónima le amenaza de muerte, lo cual no deja de ser irónico dada su situación en la que se encuentra.
Cuando es demostrada su inocencia se convierte en un hombre libre y se dedica a buscarlas, pero tras su visita resultan asesinadas, por lo que le persigue la policía nuevamente.
El guion resulta un poco convencional y a veces juega a engañar al espectador dando pistas falsas y haciendo sospechar de todas ellas.
Lo mejor es posiblemente la idea original, ya que al parecer ese tipo de correspondencia es bastante frecuente en mujeres frustradas en el amor o solitarias en la vida, lo que les sirve de consuelo y de distracción.
La cuestión está en que la realización del televisivo realizador inglés David Carson es bastante rutinaria, acostumbrado a su trabajo para la pequeña pantalla.
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