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CRITICA
Por: PACO CASADO
'La balada del soldado' (1959), del director soviético Grigori Tchukrai, fue llevada a cabo cuando contaba tan sólo treinta y ocho años de edad y supone todo un tremendo alegato contra los horrores de la guerra.
Un joven soldado de 19 años, tras muchas horas de combate, consigue destruir dos tanques enemigos, y en premio recibe de su general el regalo de una medalla, que él prefiere cambiar por un permiso de seis días para ver a su madre y arreglar el tejado de su casa.
Durante el viaje encuentra a una jovencita, con la que se ve ligado a través de diversas peripecias, y con la que vive un púdico amor.
La deja sin saber su dirección y cuando llega a casa, apenas si tiene tiempo para poder abrazar a su madre y regresar, porque los días de permiso se le han terminado.
El encuentro con la compañera en el viaje, hace que nazca un romance lírico, que es todo un canto al amor, a la generosidad, a los sentimientos humanos, que supone un maravilloso contraste con los horrores de la guerra.
Obra romántica, de una delicada sensibilidad, que muestra la guerra con sus heroísmos y sus horrores, a los niveles de un simple soldado.
Entre sus mejores secuencias se encuentran las del pánico de los combatientes ante los tanques, el encuentro con una mujer cuyo marido ha sido mobilizado, el viaje en un camión por las carreteras destruidas, la despedida y la brusca separación en los trenes sobrecargados o el último encuentro con la madre.
En el film el realizador pone bastante de su experiencia personal vivida durante la Segunda Guerra Mundial y con ello hace un homenaje a sus camaradas, hombres de su edad, que llegaron a ser soldados recien salidos del colegio.
Ha querido mostrar a aquella clase de hombres que eran sus héroes.
Se puede decir que es una película bélica pero con la guerra al fondo, ya que el director le da a su obra un tono más bien lírico, sentimental y al mismo tiempo original a la hora de tratar el tema.
La cinta se conserva perfectamente y, vista hoy en día, supone una muestra interesante de lo que se hacía en la cinematografía rusa en aquellos momentos en los que el mundo del cine estaba cambiando y las estructuras del lenguaje cinematográfico se iban a remover con el nacimiento de la Nueva Ola francesa.
Con una historia realmente bella, que es una descripción épica, pero antiheróica de las desgracias de la guerra, posee una excelente fotografía en blanco y negro, de Vladimir Nikolayev y Era Savelyeva, de suaves matices, una banda sonora de Mikhail Ziv muy al estilo de las películas clásicas rusas y unos actores que logran un trabajo realmente de calidad, encarnando con gran encanto a sus personajes, bien conducidos por la experta dirección de Grigori Tchukrai.
'La balada del soldado' (1959) fue nomianda a la Palma de oro en el Festival de cine de Cannes. Premio Lenin. Nominada al Oscar al emjor guion original. Premio Bafta. Premio Bodil a la mejor película europea. Premio Golden Gate y mejor director en el Festival de San Francisco. David de Donatello de plata. Copa de oro italiana a Vladimir Ivashov. Premio mejor actore revelación a Zhanna Projorenko y Vladimir Ivashov en el Festival de la isla de Faro.
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