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CRITICA
Por: PACO CASADO
En la historia del cine hay directores que se pueden calificar de clásicos, otros de renovadores, los hay también artesanos, profesionales y aparte de todos ellos está Wes Anderson, que es difícil de encajar en ninguna de esas clasificaciones.
Sus historias son impensables, sus personajes estrafalarios, sus decorados diferentes y su realización distinta a la de los demás.
Goza este director del favor de cierto sector de la crítica a pesar de que es capaz de levantar las mayores polémicas con sus obras, que no gozan de la audiencia masiva del publico.
No obstante su cine independiente es plato de festivales y de los foros fílmicos.
Sin embargo goza del favor de los actores que siempre quieren trabajar con él ya que tiene un buen poder de convocatoria como lo demuestra este extenso reparto con 20 estrellas.
Vamos a tratar de enjaretar una mínima historia de lo que se cuenta en esta película 'Asteroid City' (2023).
La acción se sitúa en el año 1955.
A esta pequeña localidad rural, así llamada, llega Augie, un fotógrafo, padre de familia con sus cuatro hijos porque su coche se ha averiado y llama al abuelo de los niños para que venga a recogerlos, que no saben que su madre ha muerto hace unos días.
En el centro hay un gran cráter motivado por la caída de un objeto llegado del espacio exterior.
Hay también un observatorio astronómico y unos jóvenes estudiantes mostrarán sus descubrimientos.
Entre tanto se celebra el aniversario de la fecha en la que cayó en ese lugar un meteorito y en ese momento aterriza una nave espacial y un extraterrestre se lo lleva ante el asombro de todos.
Allí hay una actriz Midge Campbell, con su hija Dina, que está aprendiéndose el texto de la próxima obra en la que ha de actuar que está escribiendo a máquina en esos momentos el autor.
El ejército pone en cuarentena el lugar ante la llegada de la nave espacial.
Una convención de astrónomos ve alterada su reunión ante la llegada del extraterrestre.
Una maestra enseña a sus alumnos... y así podríamos seguir, pero es mejor que vdes lo descubran asistiendo al cine, porque hay más cosas que suceden en ese extraño lugar.
Pero todo ello no existe, según nos dice un presentador, en imágenes en blanco y negro, sino que es fruto de una obra escénica, un drama imaginario, que se nos va presentando las diversas escenas precedidas por el consiguiente rótulo.
El film, del tejano director, posee uno de los repartos más extensos que hemos visto últimamente, cuajado de estrellas de primera magnitud para pequeños papeles de personajes excéntricos en general con una estética manierista.
Tanto los decorados como los propios actores están influidos por una serie de colores pastel muy especiales que le dan un tono distinto a la fotografía.
En definitiva, una de las películas con situaciones más extravagantes, sinsentido, ridícula y absurda para presentarnos una sociedad vacía, artificial, sin sentimientos, de este director sin par, cuyo rodaje tuvo lugar en Chinchón.
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