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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta es la historia de una madre sevillana que está involucrada en el movimiento homosexual andaluz de 1977, que es capaz de todo, incluso de vencer sus prejuicios por el amor a su hijo.
La acción se sitúa en Sevilla en ese año cuando se iniciaron estas luchas de cambios sociales durante la Transición, en la que entre otras cosas se pedía la abolición de la Ley de peligrosidad social, en la que se incluían a todas aquellas personas que no estaban satisfechas con su sexo, lucha que tuvo que llevar de manera denodada contra viento y marea frente a la justicia, la represión, la política y las terapias llevadas a cabo.
Así surge el Movimiento Homosexual de Acción Revolucionaria que lucha en la clandestinidad, teniendo su sede en el Palacio Arzobispal.
Reme es una madre viuda que está orgullosa de que su hijo Miguel vaya a convertirse en abogado y además será el primer miembro universitario de la familia.
Pero lo que de verdad quiere Miguel, es ser artista y cantar en el popular concurso de la televisión, "Gente joven", en un momento en que en España la homosexualidad estaba perseguida por ser un delito, según la Ley de peligrosidad social.
Reme descubrirá también quienes son los nuevos amigos de su hijo: los miembros del incipiente movimiento LGTBI andaluz, gestado paradójicamente en el seno de la Iglesia, que era donde tenía su lugar de reunión y donde programaban los movimientos de manifestación por las calles de Sevilla.
"Porque las cosas están cambiando. Pero no han cambiado todavía"
Esta es una de las frases que figuran en los créditos finales de esta película que, lamentablemente, aún está en vigencia debido a la segunda parte de la misma.
Es el primer largometraje en solitario del director malagueño, militante gay, Alejandro Marín, en el que aborda las primeras luchas del colectivo LGTBI por la libertad sexual de las personas, realizador que fue de la serie de televisión Maricón perdido.
Este drama muestra el amor incondicional que tiene Reme por Miguel, a la que se le tira a la cara, en boca de un guardia civil "yo no tengo la culpa de que usted haya criado a un maricón".
El film es una especie de homenaje a aquellos activistas que fueron lo que hoy se conoce como el Orgullo gay, que afortunadamente en estos momentos tienen su día y se manifiesta publica y libremente en una gran fiesta, cabalgata incluida, pero de lo que las nuevas generaciones saben muy poco de sus comienzos y de los problemas que atravesaron aquellos primeros activistas, algunos de los cuales sufrieron prisión y otras penas como el rechazo social.
La cinta no deja de ser una historia de ficción, sobre todo en la historia maternofilial, pero no en cuanto a las actuaciones del movimiento, en el que se incluyen algunos elementos históricos como esas reuniones celebradas en la capital hispalense.
Esto no quita para que se den cita el drama junto con la comedia y las reivindicaciones sociales.
El 25 de junio de 1978 tuvo lugar la primera manifestación y en su recuerdo se celebra en esa fecha el día del Orgullo gay.
Una muestra veraz de lo ocurrido dan fe algunas fotos en blanco y negro que se incluyen en la créditos finales.
Cinematográficamente se hace un poco larga debido a algunas reiteraciones en las que insiste el guion escrito por Carmen Garrido y Alejandro Marín, siendo este último el encargado de la dirección, tarea en la que debutó con La hija de alguien (2019) un producto colectivo que fue su primer largometraje siendo 'Te estoy amando locamente' (2022) ahora ya en solitario el segundo título de su filmografía, que hace de forma honesta, sencilla pero efectiva para la comprensión del espectador.
Hay que destacar el buen trabajo de Ana Wagener en el papel de Reme, posiblemente uno de los mejores de su carrera.
En la banda sonora se incluyen varias canciones muy conocidas en las que de alguna manera sus letras aluden al tema, como la de Las Grecas que da nombre a la película.
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