|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Franco Cristaldi como productor y Francesco Rosi, como guionista y director, nos presenta el relato de un acontecimiento histórico que afecta a una personalidad y a un misterio no esclarecido.
En 1960, como la película atestigua, morían aún asesinados personajes de la tragedia.
E incluso después de estrenado el film, fue suprimido uno de los hombres de Giuliano que había participado y asesorado en la realización de la cinta.
Fue premiada en el Festival de cine de Berlín con el Oso de plata y logró el premio San Fidel, en Italia, ese mismo año.
'Salvatore Giuliano' (1952) es un bravo esfuerzo de narración poética, la dolorosa contemplación de unos hechos, terribles y estremecedores, arrancados del mundo poético del director Francesco Rosi, una larga y meticulosa elegía, un comprensivo pero desgarrado movimiento.
El estilo neorrealista le sirvió para enfrentarse con esta realidad directa, vívida, inacabada y multiforme que pasa la mano sobre la llaga abierta, caliente, sangrante, sin ninguna complacencia morbosa y sin la menor idealización.
Ni Salvatore Giuliano, ni ninguno de sus compinches son tratados ni como héroes, ni como auténticos canallas.
Al final de la guerra Salvatore Giuliano comenzó como coronel colaborando con un grupo de las fuerzas separatistas sicilianas en el año 1945.
Conseguida la autonomía, Giuliano sigue actuando como bandido llevando a cabo secuestros y otros actos delictivos.
Pero cuando se abre el proceso sobre su caso empieza a aparecer todo tipo de implicaciones que nunca se aclararon finalmente.
En julio de 1950, en el pueblo siciliano de Montelepre, es hallado el cadáver del más famoso de los bandidos de la región, Salvatore Giuliano.
Tampoco los grandes responsable aparecen en la acera opuesta.
Los hechos están expuestos de forma contenida, salvo en el llanto desgarrado de la madre de Salvatore Giuliano ante su hijo muerto.
Y es porque este llanto rabioso y desesperado coincide con el dolor mismo del poeta que mira esta historia con respeto, manteniendo las distancias pero tremendamente afectado y profundamente conmovido.
Desde el punto de vista de impacto, la película promueve un replanteamiento de la cuestión.
Desde el punto de vista del espectáculo distrae, evade y entretiene, al tiempo que despierta la curiosidad de conocer los hechos que sucedieron.
Cine de compromiso que pretende zambullirnos en una realidad que está aún demasiado próxima.
Una calidad innegable preside la realización.
Tanto la música como la fotografía sirven espléndidamente al propósito central y los actores prestan una presencia inconfundible.
Todo acredita la presencia de un productor inteligente como Franco Cristaldi y un director como Francesco Rosi que alcanza la plenitud de su estilo.
En definitiva el logro de un gran film.
Nastro d'argento a la dirección, fotografía y música. Globo de oro italiano a la mejor cinta. Oso de plata en el Festival de Berlín. Copa de oro italiana al mejor director.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE