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CRITICA
Por: PACO CASADO
Aunque con el mismo punto de partida ideado por la novela de Paul Gallico, que ya fue llevada al celuloide en 1972 por Ronald Neame como 'La aventura del Poseidón' (8 nominaciones y dos oscar: canción efectos visuales), en el que un barco de 20 pisos de altura es volcado por una ola gigante, el resto de la película es distinta a la anterior, incluidos los personajes, por lo que se podría desechar la idea de un remake.
El cine de catástrofes se inició con la modesta 'Aeropuerto' (1970) y en ella se establecían las bases para este subgénero: un grupo de personajes en peligro a los que brevemente se nos daban a conocer, efectos especiales, estrellas del cine clásico recuperadas...
'Poseidón' (2006), en su nueva andadura, se acoge a algunas de esas características, pero renovadas.
No abusa de los nombres de actores famosos en el reparto.
No emplea tanto tiempo en que conozcamos a los personajes, ya que al cuarto de hora (13 minutos) se ha producido la catástrofe y apenas sabemos casi nada de las personas que formarán el grupo que buscará la salida hacia arriba, entre ellos un jugador pendenciero, un arquitecto homosexual, una madre soltera y su hijo de 8 años, una inmigrante introducida clandestinamente en el barco por un camarero, un ex-alcalde bombero, etc. y por supuesto los efectos especiales, que aunque estaban bien los de la primera versión, las técnicas actuales han mejorado este capítulo.
Tal vez en la primera se buscaba más la aventura de salvarse, que aquí no se descarta, pero a base de producir la angustia al espectador en cada nuevo momento de dificultad y por otra parte se ha reducido considerablemente el metraje a una duración standard y no tan alargada buscando la espectacularidad o el contar muchas cosas para crear la superproducción.
En el guion, que esquematiza demasiado a los personajes, los cambios introducidos le quitan entidad dramática al argumento. No faltan los momentos espectaculares, el riesgo al límite, la tensión y la agonía de los personajes transmitida al espectador.
Wolfgang Petersen completa así su trilogía acuática iniciada con 'El submarino' (1981), seguida de 'La tormenta perfecta' (2000) y ahora 'Poseidón' (2006), que le hacen un experto en esta clase de películas pasadas por agua.
Una cosa sí tiene clara, y es el entretenimiento y por eso va directo al grano para conseguirlo, y lo logra sin desfallecer ni un momento, con una narración ágil y una planificación sencilla y eficaz.
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