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CRITICA
Por: PACO CASADO
Las estadísticas siguen diciendo que el público joven es el que más acude al cine y quizás por ello los productores siguen centrando su máxima atención en hacer películas para ellos, unas veces con niños protagonistas y otras con adolescentes que rondan los senderos de las conquistas juveniles amorosas.
Esta película aprovecha la popularidad obtenida por el joven Michael J. Fox y así se construye un argumento para su exclusivo lucimiento.
Perteneciente a un colegio cuyo equipo de baloncesto está formado por negados componentes que le situan en el último lugar de la competición, el joven protagonista pretende destacar en algo para así conquistar a una jovencita rubia, mientras otra morena que le admira tal como es queda al margen.
Unos extraños cambios en su desarrollo lo convierten en joven lobo, con extraordinarias aptitudes atléticas muy apropiadas para la práctica del basket, lo que le lleva al triunfo de su equipo y a que la rubia le preste atención.
Al final tendrá que decidir que es lo más conveniente.
La película no es más que un ingenuo cuento moral en el que se plantea la diatriva antes apuntada, con algunas aventuras juveniles, fiestas y varias canciones de fondo para ilustrar esta historieta intrascendente con la que pasar el rato.
Con un guion que tiene poco contenido y con situaciones que no salen de lo mismo, ni tampoco justifican determinadas situaciones, Rod Daniel consigue un producto superficial y ligero en el qque no se complica en exceso, dada la sencillez del mismo, ya que todo estaba basado en la popularidad del joven actor protagonista, Michael J. Fox que, al igual que los demás cumplen en esta película sosita.
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