|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Jessica regresa a la casa en una zona residencial donde vivió su infancia felizmente y en ella descubre que el amigo imaginario que dejó allí cuando se hizo mayor y se mudó a otra vivienda, es muy real y está enfadado por haberlo abandonado.
Es poco creíble que el osito de peluche tenga la cualidad de poder provocar el miedo en el espectador.
Jessica, cuyo marido es músico, se marcha para hacer una gira, y ella tiene que lidiar con las dos hijas de él, que no han olvidado a su verdadera madre.
Taylor es la mayor y Alice es la pequeña, que se enamora de Chauncey, el osito de la infancia de Jessica, que encuentra abandonado en el sótano.
Sus juegos con el peluche son divertidos, pero poco a poco se van poniendo cada vez más peligrosos.
La acción comienza con una escena de terror psicológico y suspense alucinante, lo que augura que continuará con una narración interesante, pero resulta que es simplemente una pesadilla, para terminar convirtiéndose en una película molesta que acaba en un mal final de terror compuesto a base de sobresaltos provocados por golpes y elevación de la banda sonora.
El guion está inundado de los clichés más vulgares del género, necesitado de escenas que realmente provoquen auténtico miedo, provocando una mezcla que insulta a la inteligencia y el sentido común, con una gran falta de originalidad, con escenas que no conducen a nada, lo que llega a ser aburrido.
La confusa narración está falta de originalidad, con trozos realmente absurdos que se convierten en un auténtico desastre, con algunas escenas que no tienen la más mínima justificación.
A la narración le falta imaginación, lo que contradice el título del film.
Esta producción puede gustar a aquellos espectadores que sean amantes del género de terror, pero no cabe duda que no está lograda en cuanto al suspense que provocan sus imágenes y mucho menos hacerlas creíbles.
La realización ha contado con un corto presupuesto para hacer la producción más rentable y ha dispuesto de actores que son poco conocidos.
Jeff Wadlow es el director de títulos como 'Verdad o reto' (2018) de entre la quincena de ellos que componen hasta ahora su filmografía, en la que ninguno destaca por su calidad.
En cuanto al guion, tiene un relato un tanto desigual, falto de imaginación en todo momento y cuenta con unos discretos efectos especiales que no mejoran el conjunto, con escenas que en algunos momentos provocan la risa en el espectador.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
VIDEO ENTREVISTAS
PREMIERE