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CRITICA
Por: PACO CASADO
Determinadas producciones han pasado a la historia del cine por la calidad artística de sus imágenes, otras porque han contribuido al avance del lenguaje cinematográfico, pero otras no han sido por su calidad sino por los escándalos que han provocado y 'Calígula' (1979) es una que se ha beneficiado de esto último.
Hay películas que ya de por sí tienen formada una carrera comercial asegurada, por lo mucho que se ha hablado de ellas antes de llegar a su estreno.
Unas veces por lo ocurrido durante el rodaje, otras por el lanzamiento comercial que se ha hecho y en ocasiones por los escándalos que se han producido previos a su presentación en las salas.
De esto último se beneficia 'Calígula' (1979) que ahora se estrena, cuyas desavenencias entre su director Tinto Brass y su productor Bob Guccione, el editor de la revista Penhouse, hicieron correr auténticos ríos de tinta.
Si a esto se le añade la polémica que surgió en nuestra patria, hasta que finalmente fue autorizada por la censura con la calificación de Película "S", tras sufrir algunos cortes, cuando en un principio iba destinada para las salas "X", la cuestión se incrementó hasta límites insospechados.
'Calígula' (1979) nos cuenta, la detallada e impactante historia, innegablemente trágica, del césar más infame de la ciudad de Roma, Calígula, bajo el prisma pornográfico.
Este relato del emperador romano, incluye la muerte de Tiberio, el incesto con su hermana Brusilla, los asesinatos de senadores y las frecuentes orgías llevadas a cabo.
Con este film se ha realizado el porno más caro de la historia, ya que para su realización se empleó un presupuesto total de 17 millones de dólares, para lo que se levantaron escenarios realmente espectaculares, adornados por las famosas chicas de la revista Penhouse exhibiendo generosamente sus bonitos cuerpos.
La idea de la decadencia del imperio romano está unida a las bacanales sexuales y la degradación moral de la sociedad de aquella época, que va bien con las pretensiones comerciales de esta cinta.
No obstante creemos que los resultados obtenidos finalmente no fueron los que en principio se calcularon.
La película posee una realización de Tinto Brass excesivamente ampulosa y recargada, con auténticos baches de ritmo, alargamiento de algunas secuencias y recreaciones innecesarias, junto con una interpretación sobrepasada en general en muchos momentos.
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