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CRITICA
Por: PACO CASADO
Encontrar hoy día un nuevo tema que no haya sido tratado en una comedia es bastante difícil, pero de vez en cuando se da con alguno que al menos lo parece.
Glenn Gordon Caron es un director que antes que cine hizo publicidad, como ocurre a muchos realizadores, ya que es un campo bueno para experimentar.
Pero al mismo tiempo tiene la experiencia de haber intervenido en la serie Luz de luna, por lo que las claves de la comedia las sabe manejar bastante bien.
Tal vez por eso no tuvo ningún inconveniente en meterse en esta película que se desarrolla en ese falaz mundo de la publicidad, donde una chica joven, valiosa e inteligente, que es una ejecutiva de una agencia de publicidad, tiene que luchar contra el criterio de su jefe de que cree saber cómo debe ser una mujer comprometida para que le ascienda en su trabajo.
Esto le complica la vida ya que le fuerza a buscarse un novio falso, para impresionar a su jefe, para lograr subir, pero no le salen las cosas como ella había pensado.
Se trata de una agradable comedia de enredos amorosos donde está presente también el cinismo de la protagonista que corre paralelo con el del mundo en el que se desenvuelve, donde muchas veces de lo que se trata es de enmascarar las cosas haciendo creer que es bueno algo que no lo es con tal de vender.
La protagonista es Jennifer Aniston, una joven actriz que proviene del mundo de la televisión, donde ha tenido un buen campo experimental en la serie Friends (Amigos), que encuentra aquí una adecuada respuesta en Kevin Bacon como el hombre en el que ella pone los ojos, pero que tan sólo le interesan las mujeres comprometidas.
Y Jay Mohr, el rival de Tom Cruise en 'Jerry Maguire' (1996), que hace aquí el papel del chico alquilado.
Aunque como suele suceder en este tipo de films el final es previsible, sin embargo el desarrollo de las situaciones cómicas está bien llevado y la cinta es un agradable pasatiempo que se ve con complacencia.
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