|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Al cine francés, aunque en este caso sea en colaboración con tres cinematografías europeas, le suelen salir bastante decentes las películas de época.
Ésta se sitúa en la Francia del rey Luis XIV en torno a una bailarina casada con el primer actor del ilustre teatro de Molière a cambio de convertirse en actriz de la obra Andrómaca, de Racine.
Al parecer se basa en hechos reales y para ello se ha elegido a una realizadora gala, Vera Belmont, especialista en esas lides, lo que logra a base de decorados y trajes que le dan un lucido aspecto visual al film.
La cinta está llevada al ritmo que marca la música de nuestro compatriota Jordi Saval, que en este sentido ambienta bien la historia, contada en clave de comedia costumbrista con algunos ribetes melodramáticos, siendo esto último lo más endeble del relato.
El aspecto pictórico de la fotografía, una dirección eficaz y una correcta interpretación, en la que destaca el vedetismo y la belleza de Sophie Marceau junto al buen hacer de Bernard Giraudeau, completan los valores de este discreto film.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE