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CRITICA
Por: PACO CASADO
La comedia norteamericana suele seguir la fórmula "chico conoce a chica y al final se casan", aunque por medio haya algunas dificultades, como la diferencia de edad, de clases o cualquier otro impedimento.
Pero hasta ahora no se había planteado el tema de la homosexualidad entre las parejas.
Este es el tema que elige la novela de Stephen McCauley que ve el problema desde el punto de vista masculino y también el de esta película, pero al ser la guionista Wendy Wasserstein nos lo ofrece desde el ángulo femenino.
Nina tiene un novio al que no aguanta.
Cuando se queda embarazada de él cede una habitación de su apartamento a George, un homosexual, que se convierte en su mejor amigo y decide que quiere criar a su hijo con él, para sorpresa de su sobreprotector novio.
El film plantea hasta dónde llegan los límites de la amistad, el amor y el sexo en el roce que se establece entre estos tres personajes y otros secundarios, si el deseo sexual es necesario en una relación de pareja o llega a ser tan irresistible como para convertirse en negativo, hasta el punto de interrumpir la continuidad amorosa.
Las cuestiones que plantea esta cinta resultan originales, pero los problemas surgen de otros apartados como el de la puesta en escena.
Llevada a cabo por un realizador inglés, Nicholas Hytner, curtido en el teatro y con dos películas en su haber, 'La locura del rey Jorge' y 'El crisol', ambas de corte histórico, aquí se enfrenta por primera vez a un género que desconoce: la comedia, que necesita otro ritmo, una realización más ágil y divertida.
Su experiencia la vuelca en la dirección de unos actores jóvenes, casi desconocidos e inexpertos, de poca experiencia en cine, aunque curtidos en el oficio de la televisión, y obtiene de ellos lo mejor que llevan dentro.
Jennifer Aniston demuestra que es algo más que una jovencita agraciada que tiene posibilidades para la comedia, que expuso ya su versatilidad en 'Hasta que te encontré' y 'Novio de alquiler'.
Le da respuesta un correcto Paul Rudd, y ambos apoyados por los veteranos Alan Alda y Nigel Hawthorne.
Una comedia que se deja ver aunque a veces caiga en algunos tópicos y su rebuscado e inesperado final sea fruto de no saber como acabar esta historia.
Premio a Nigel Hawthorne como mejor actor de reparto de los críticos de Londres.
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