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CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine de reyes y princesas siempre ha dado mucho juego en la pantalla, la mayoría de la veces tomadas sus historias en serio y pocas a broma.
La actriz y directora francesa Valérie Lemercier ha decidido hacer una parodia de estas familias monárquicas inspirándose en las diez de ellas que existen en Europa, situando la historia en un país imaginario donde el rey muere en un accidente de helicóptero y ha de sucederle su hijo mayor, Alban, pero por un defecto genético, su madre la reina Eugenia, decide que ha de ser sustituido por el frívolo Arnaud, el pequeño, casado con Arlene, una modesta logopeda, que resulta muy patosa en el nuevo cometido que ha de desempeñar.
Pero tras descubrir las infidelidades de su esposo decide ponerle a los pies de los caballos de la prensa y convertirse ella en la princesa del pueblo.
Se ve en este argumento un gran paralelismo con la monarquía británica y especialmente en la princesa Diana de Gales, tras su fallido matrimonio con el príncipe Carlos y la manipulación que sabía hacer de los medios de comunicación y ganarse la simpatía de su pueblo cuando en palacio no la podían ver.
Posiblemente los asiduos lectores de la prensa rosa descubran más parecidos de los que a simple vista podemos detectar los que no lo somos, de la vida y costumbres de estas personas que han de asistir a constantes banquetes, inauguraciones y recepciones siguiendo siempre un protocolo incómodo, ateniéndose a una agenda y sin la menor libertad para salirse de las normas.
La directora francesa Valérie Lemercier debutó tras las cámaras con 'Quadrille' (1997), a la que siguió 'Le derriére' (1999) y ahora 'Palacio Real!' (2005)
A pesar de querer hacer una comedia de humor negro, llena de ironía y crítica hacia la doble moral, la verdad es que no le ha salido un guion muy redondo para este su tercer largometraje, ya que apenas levanta leves sonrisas en algunos momentos de la narración, resultando así una sosa comedia de enredos regios, banal e intrascendente, con más pretensiones que logros obtenidos.
En la banda sonora junto a los temas originales compuestos por Bertrand Burgalat se mezclan en Réquiem de Fauré y el Vals de Chopin.
A pesar de ello esta comedia ha sido bien acogida en Francia con un cierto éxito de taquilla.
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