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CRITICA
Por: PACO CASADO
Desde el éxito de 'El exorcista' (1973), el apartado religioso tiene últimamente su lugar entre las películas de terror y así de vez en cuando nos llega alguno de esos títulos, como recientemente lo ha hecho 'La primera profecía' (2024) que casi coincide en cartel con la llegada de 'Immaculate' (2024).
Aquí se cuenta la historia de Cecilia, una devota joven, norteamericana, llena de fe, que viaja desde Estados Unidos a Italia para ingresar en un convento, situado en la pintoresca campiña italiana.
Cecilia recibe una cálida bienvenida del padre Sal Tedeschi a su llegada, que le ofrece un lugar en el ilustre convento al que va destinada.
Pero pronto Cecilia se da cuenta de que su nuevo hogar esconde oscuros secretos.
Entre otras cosas aprecia que hay monjas que no están muy bien físicamente, alguna tiene perdida la memoria y otras enfermedades graves y alguna su comportamiento es bastante libertino, como la práctica de fumar que no es habitual o con una actitud no muy adecuado a su religiosidad, lo que le provoca más de una pesadilla a Cecilia, ya que su nueva casa no es muy normal y esconde algún que otro misterio.
Mientras que algunas monjas se comportan de forma amable con ella, otras en cambio no la reciben de forma agradable con una actitud un tanto hostil.
Un día se produce la muerte de una de las monjas que se precipita desde lo alto del convento al suelo.
En una visita al médico éste descubre que está embarazada sin que haya tenido contacto sexual con ningún hombre, lo que creen que es un milagro, pero tratan de ocultarlo y que Cecilia no visite el hospital, llevando en secreto la gestación.
Conforme avanza la narración las cosas se ponen cada vez peor debido al flojo guion de Andrew Lobel y desde ese momento tiende a convertirse en una producción de terror puro y duro en donde las muertes y las escenas terroríficas se suceden, muchas veces sin que haya una explicación lógica, echando así por tierra lo que hasta aquí había sido un comienzo un tanto original o al menos diferente, terminando por convertirse los buenos en los malos de esta historia, cuyo cambio no está bien desarrollado, fallando también en la estructura narrativa que resulta demasiado claustrofóbica.
Este film de terror de bajo presupuesto está plagada de al menos media docena de sobresaltos más que de escenas que den miedo o terror que únicamente se reservan para la parte final.
Sydney Sweeney ya quiso protagonizar esta historia hace diez años y finalmente se ha convertido en productora para llevarla a cabo y ser la protagonista de este relato, que comienza con un prólogo terrorífico, para entrar en materia, después se serena y termina como empezó, pero no es una buena historia ni tampoco original, ni está lograda por parte de la dirección de Michael Mohan que no es verosímil su puesta en imágenes.
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