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CRITICA
Por: PACO CASADO
Hacía tiempo que no veíamos en una pantalla una película policiaca de las características de 'Sombras del pasado' (2024), dirigida por Adam Cooper, una producción que es más propia de otra época.
Roy Freeman es un exdetective de homicidios, que tiene perdida la memoria, a causa de un accidente motivado por el exceso de la bebida y al que se le ha retirado la placa, ya que está en tratamiento debido a que ha entrado en la fase de la enfermedad de Alzheimer.
No obstante los resultados que se están obteniendo son de carácter positivo y su mejora va en progreso, por lo que es posible la recuperación total de la memoria.
Un día recibe en su casa a una mujer que pertenece a una asociación en defensa de los presos, que le pide que visite a un chico negro que está en el corredor de la muerte, cuya ejecución está prevista para dentro de una semana.
Freeman se vio obligado a resolver un brutal caso de asesinato de un profesor de la universidad, el Dr. Joseph Vieder, junto con su compañero Jimmy Remis, del que en su día se confesó culpable ese tipo de color, Isaac Samuel, que confesó bajo coacción, pero que él sólo entró en la vivienda a robar y no fue quien lo mató.
Esto en conciencia obliga a Roy Freeman a revisar el caso y a tratar de ponerlo en pie entrevistando a todas aquellas personas que aún siguen vivos que tuvieron algo que ver en ello.
El guion, confeccionado por Bill Collage y el propio director Adam Cooper, se basa en la adaptación de la novela escrita por el autor rumano E.O. Chirovici, que tiene una trama bien organizada, aunque un poco complicada, debido a que en ella aparecen varios personajes a los que hay que seguir la pista que finalmente nos llevan a un sorprendente desenlace.
Por su parte Roy Freeman llega a descubrir un escalofriante secreto de su pasado que había totalmente olvidado por completo, que también sorprende al espectador ya que éste no es muy habitual.
A lo largo del desarrollo de la trama se desliza un cierto suspense en el que se sospecha como culpables a varias personajes que van siendo descartados progresivamente.
Russell Crowe, actor que no para últimamente del que se han estrenado tres films durante el último mes, encarna a Roy Freeman en el que se centra el protagonismo de toda la trama y que prácticamente se lleva todo el tiempo en pantalla, recordando el caso que llevó a cabo hace diez años, que al mismo tiempo le va sirviendo de ejercicio para la recuperación de su memoria, algo que de entrada choca que una persona que tiene la casa llena de pegatinas recordatorias de lo que son las cosas y para qué sirven o qué es lo que tiene que hacer, sea capaz de volver a recordar y remover todos los expedientes para aclarar lo que realmente ocurrió en aquel caso de homicidio.
Al frente de la dirección de esta cinta está el cineasta australiano Adam Cooper, anterior guionista, que con este título hace su debut en la realización de un largometraje que, aunque tiene una trama algo complicada, es llevado a buen ritmo y con cierta claridad expositiva.
Llama la atención el título otorgado en España a este apasionante thriller en la más pura tradición del cine negro, Sombras del pasado, que lo vemos más lógico que el original, cuya traducción literal sería "Soñando perros" al que no le encontramos mucho sentido.
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